La queja de los padres siempre es que los niños están pegados a las consolas jugando, en lugar de estar leyendo. Pero en la Feria Internacional del Libro de Bogotá se probó que los videojuegos y los libros tienen una profunda relación. De eso habló Brian Kindergan, escritor lider o ‘lead writer’ en Blizzard Entertainment, creadora de StarCraft, Diablo y World of Warcraft.
En conferencia del encuentro internacional ‘Todo comienza con un libro…’, lo primero que Kindergan hizo fue hablar de transmedia, un término que ya hemos usado antes y que se refiere a la combinación de medios, arte y tecnología que se está dando en la actualidad.
“Los primeros (juegos) no tenían narrativa. Piensen en Pong”, dijo Kindergan en la charla. “No había una intención de ello y se pensaba que no había necesidad. Pero en un punto los programadores pensaron que la gente quería un contexto. Ahora, todo juego grande y establecido, tiene una historia. La narrativa permite tocar a los jugadores, hacerlos llorar, evocar empatías”.
Planteó una serie de similitudes entre videojuegos y novelas que enumeró en la charla:
- Habilidad de tocar al jugador o al lector y convencerlo que es juego es real. Generar emociones.
- Líneas narrativas extendidas. Como en las novelas, los juegos pueden ir de trilogías o más.
- Tienen la intención de ser una forma de arte y al mismo tiempo ser industria. Quienes trabajan en la industria de los videojuegos y en la editorial, deben lidiar con esto.
- Hay escritores y desarrolladores que trabajan en empresas grandes y reconocidas, y otros que trabajan independientes.
- Ambas formas están en evolución. Aunque la narrativa literaria tiene años de historia, los nuevos medios están cambiando la forma de contar historias.
Pero también planteó una serie de diferencias:
- La capacidad de hacer ver y oír, para involucrar de manera diferente a los jugadores. Los efectos visuales, su multiplicidad y sus formas de cambiar el mundo y personalizarlo son puntos fuertes de los videojuegos.
- El libro, en cambio, puede profundizar en lo humano de maneras que los juegos no pueden. Los videojuegos son superficiales, la narrativa debe enfocarse en una experiencia diferente.
- Con el libro se especula que pasará, pero ya está escrito. Con el videojuego se toman decisiones. Se puede jugar el juego muchas veces y cambiarlo en cada partida.
Para Kindergan, la conclusión es que juegos y novelas puede ayudarse: si el jugador leyó la novela tiene otro contexto al jugar; de hecho es de ahí que surgen las franquicias. Aunque piensa que las historias para videojuegos están en un punto inocente, espera que algún día lleguen a ser como las novelas.