Netflix puede haber perdido a sus héroes de Marvel o sus series de DC. Pero algo en lo que apostó antes que muchos otros servicios fueron en el anime. No es gratuito que ahora, por ejemplo, sea el hogar de shows de temporada como Komi-San o Jojo’s Bizarre Adventure, incluso invirtiendo en traer una serie del tamaño de One Piece.
Kohei Obara, director creativo de Anime en Netflix, reveló en una entrevista con Variety esta semana que “más de la mitad de la audiencia de Netflix a nivel global vio anime el año pasado”. De acuerdo con Obara, un 90% de la audiencia japonesa ve series de este tipo, siendo el territorio con más consumo.
Por supuesto, vale mencionar que la etiqueta de anime a ciertas producciones que bajo la lupa de los más estrictos no entran en la categoría. Por ejemplo, para Netflix series como Castlevania, She-Ra o DOTA entran en la categoría de anime, a pesar de ser producciones de estudios en occidente.
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Desde hace años Netflix afirmó que tenía la intención de ampliar su catálogo de anime. En ese momento la plataforma veía en el contenido una oportunidad enorme, mucho antes de que servicios como Crunchyroll comenzaran adquirir cada vez más licencias para transmisiones en simultaneó. Este punto es que le ha dado cierta ventaja, al menos en comparación con HBO Max o Disney+.
2021 fue un año bastante productivo para Netflix en lo que a lanzamiento de series anime se trató, con más de 40 títulos llegando al servicio. 2022 promete ir por rutas similares, aunque para muchos el formato de lanzamiento de servicio lo pone en desventaja con otras plataformas. Debido a la intención de Netflix de que todas las series lleguen disponibles en la mayor cantidad de idiomas, usualmente los capítulos de sus shows aterrizan con dos semanas de retraso, lastimando un poco la promesa de transmisión en simultaneó que realiza.
Imágenes: Netflix