Si a inicios de 2020 nos hubieran dicho que Mulan podría cambiar para siempre el cine, habríamos torcido los ojos en duda. A comienzos de este extraño universo paralelo que es 2020, era fácil pensar que se trataría de otro live action de Disney que pasaría sin mayor pena ni gloria. Pero ahora que la compañía decidió que no puede mantener más tiempo la película aplazada y decidió realizar un lanzamiento alterno a través de Disney+ (su servicio de streaming) el panorama ha cambiado.
La razón es que, a diferencia de Netflix que ofrece sus películas de manera gratis al mismo tiempo que algunas llegan a ciertos teatros, Disney ha decidido cobrar un costo adicional de 30 dólares a aquellos que quieran ver el estreno de ‘Mulan’ a través de la plataforma.
En una declaración, Bob Chapek, president de Disney, afirmó que “vemos esto como una oportunidad para llevar esta increíble película a un público amplio que actualmente no puede ir a los cines… al tiempo que mejora aún más el valor y el atractivo de una suscripción de Disney + con este gran contenido”. Agregó que esto les permitiría “aprender de ello y ver qué sucede no solo en términos de la aceptación en el número de suscriptores que tenemos en la plataforma y el número real de transacciones en la plataforma Disney + que obtenemos en esa oferta de PVOD”.
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Y este último punto es vital, porque si Disney encuentra que el modelo de vender directamente sus películas resulta rentable, en especial ahora que los teatros parecen estar cerrados o al menos no se llenarán a la misma escala que hace un año, la compañía más que seguro desarrollará un modelo de negocio a partir de este tipo de distribución. Se trata, además, de un movimiento que puede motivar a otras desarrolladoras a realizar lanzamientos similares, incluso bajo la protesta de teatros. Cintas como ‘Mulan’ tiene un costo de 200 millones de dólares. Montos que no parecían difíciles de superar en los días antes del COVID, pero que ahora se perfilan como metas irrealizables. De hecho, se esperaba que recaudara mil millones de dólares a nivel mundial.
Porque aunque Disney quiera pintarlo como un punto de valor adicional para sus usuarios de Disney+, hay una pega que se debe considerar. El costo de 30 dólares por adquirir el estreno es, en cierta manera, una compra del filme anticipada. Pero la cinta solo estará disponible mientras que el suscriptor permanezca con el servicio. Esto quiere decir que el valor de la compra se extiende más allá de los 30 dólares al valor mensual de la plataforma. Es decir, que para el usuario (al menos a nivel de costos) resulta mucho menos rentable ‘comprar’ el estreno que esperar a que salga en algún formato físico o simplemente esperar que llegue al servicio de manera gratuita en par de año.
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La otra opción que podrá tomar Disney es copiar el modelo de ‘Trolls World Tour’ y permitir un préstamo de 48 horas a un valor menor para el estreno de ‘Mulan’. Pero el problema está en que este modelo tampoco ha probado generar los ingresos necesarios para recuperar el valor. En el caso de la cinta animada antes mencionada, recolectó cerca de 150 millones apostándole al formato digital. Una suma que palidece ante lo que compañías como Disney esperan de sus megas producciones.
Este es quizás el punto más relevante, porque pone a Disney+ en una encrucijada. Si le cobra a sus usuarios extra por los estrenos está perdiendo terreno frente a plataforma como Amazon, HBO Max y Netflix, que ofrecen sus contenidos de inmediato sin costo o prometen que estarán disponibles en algún momento sin la necesidad de pagar. Pero, si decide lanzarlas de manera gratuita o con ‘prestamos de a por día’ se enfrenta a un modelo de negocios mucho menos rentable y que no resulta tan atractivo para filmes como los del MCU que están creados para traer miles de millones de dólares.