Con 2022 siendo uno de los peores años para el minado de criptomonedas, uno pensaría que es el mejor momento para invertir en una nueva tarjeta gráfica. Después de todo, la razón por la que muchos creían que su precio estaba por las nubes era su alta demanda, principalmente en las granjas de cripto que abundaban… o al menos puedes pensar eso a menos que seas Nvidia.
Pues no. Resulta que Nvidia no solo no está lanzando sus GPU más económicas, sino que incluso está apostando por hacerlas más costosas que nunca. Los precios de su RTX 4000 sorprendieron a la mayoría con un costo inicial de $899 dólares base (cerca de 4 millones de pesos) y un valor tope de 1599 dólares (cerca de 7 millones de pesos, aproximadamente).
Los precios astronómicos de estas nuevas GPU dejaron a la mayoría fríos. ¿Es que acaso se ha vuelto imposible actualizar la tarjeta gráfica de un PC sin tener que pedir un préstamo? La respuesta de Jensen Huang, CEO de Nvidia, que sí:
“La idea de que el chip va a bajar de precio es una historia del pasado”, aseguró, “La Ley de Moore está muerta”, aseguró Huang para Digital Trends. Para aquellos con menor contexto, la ley de Moore asegura que a medida que la tecnología avanza la potencia de los componentes aumenta, mientras que su precio se disminuye. Esto significa que en teoría deberíamos tener mejor tecnología que nunca, a mejores precios que siempre.
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Por desgracia, Nvidia parece estar tomando las mejores lecciones de compañías como Amazon o Sony en tener récords de ganancias, pero incluso así encontrar maneras de enojar a sus clientes. Si bien es cierto que los costos de los componentes han crecido, Nvidia no puede olvidar también que el valor actual de las GPU que produce no son un reflejo de lo que valen, sino de la demanda que tienen.
La compañía también ha tomado actitudes que dejan un mal sabor de boca, como cambiar el nombre de su nomenclatura con la RTX 4080 (12gb) remplazando a la familia de 070 (usualmente la GPU de menor calibre en esta familia), pero manteniendo el nombre a pesar de que la diferencia no solo está en la memoria, sino además en el número de núcleos… una práctica que por desgracia no es nueva. Esto por no mencionar la polémica por el hecho de que la compañía ocultara de sus accionistas que sabía que la demanda de GPU había incrementado por el boom de las criptomonedas.
Imágenes: Nvidia