Por qué deberíamos emocionarnos con la llegada de Spotify

“Eso ya existía”, dirán. Y tendrán razón: Rdio, Deezer, Grooveshark y hasta YouTube ya ofrecían servicios de streaming de música. Unos gratuitos y otros no, unos avalados por la industria de la música y otros no, pero ahí estaban. ¿Por qué, entonces, es tan importante que Spotify llegue a Colombia?

Esta noticia es tan importante como en su momento fue el arribo de Netflix o iTunes Store al país. Se trata del jugador más prestigioso –aunque no necesariamente el más grande– de la industria de la música por streaming en el mundo. Mientras algunos de sus competidores luchan para sobrevivir, Spotify sigue recogiendo dinero de inversionistas. Cuando un artista se quiere pelear con internet, no escoge a Deezer ni a Rdio: decide que Spotify es el enemigo.

Es cierto que la experiencia aun no es tan buena y completa como en otros países. El catálogo palidece frente al del resto del mundo y, como hasta ahora estamos en etapa de prelanzamiento, los colombianos aun no podemos contratar los servicios premium con medios de pago locales.

Esto se solucionará parcialmente cuando ocurra el lanzamiento oficial, pero es probable que –tal como ocurre con Netflix o iTunes Store– nunca podamos disfrutar de una biblioteca musical tan extensa como la de los usuarios estadounidenses o británicos: las negociaciones de los derechos son complicadas, y el pequeño tamaño del mercado hace que no sean atractivas para las empresas.

¿Qué tiene de nuevo y qué tiene de diferente?

El modelo Spotify no es nuevo para los colombianos. Servicios como Deezer, Rdio o incluso Grooveshark ofrecen opciones similares de streaming de música: exploración por artistas, canciones y listas de reproducción curadas por los usuarios. Sin embargo, ninguno de esos servicios ofrece exactamente lo mismo que ofrece Spotify.

La gran diferencia de Spotify sobre Deezer y Rdio es que es gratuito para computadores, pues está financiado con publicidad. Entre canción y canción, los usuarios escucharán publicidad y verán avisos en el reproductor. Si el usuario no quiere publicidad, debe pagar alguno de estos dos paquetes: uno exclusivo para computadores, que vale 4,99 dólares en Estados Unidos, y otro que permite utilizarlo en móviles y dispositivos como televisores inteligentes o teatros en casa, que vale 9,99 dólares.

Al contrario de Deezer y Rdio, Spotify tiene una versión gratuita

Puesto así, el modelo de Spotify se parece mucho al de Grooveshark. Pero hay algunas diferencias. En primer lugar, Spotify ofrece compatibilidad con cientos de aplicaciones que enriquecen la experiencia de escuchar música. Muchos artistas tienen presencia en ella e interactúan con sus usuarios, algo que no pueden decir otros servicios.

Además, Spotify es hoy la mejor herramienta para descubrir música que hay en la red. Cuenta con aplicaciones como Last.fm –un cliente de la popular red social de música– o Tunigo –una base de datos con cientos de listas de reproducción–, y todos los medios importantes del mundo musical anglo, desde Billboard hasta NME o Rolling Stone, tienen su respectiva aplicación.

Es música legal, barata (o gratis) y de buena calidad

Finalmente, al contar con versiones oficiales de las canciones, puede garantizar la calidad del sonido y la legalidad de la música. En contraste, las polémicas de Grooveshark con las disqueras son profundas y bien conocidas, y han hecho que ese servicio no tenga aplicaciones en las tiendas oficiales de los sistemas operativos móviles.

Una oportunidad para los artistas locales

Otra cosa por la que es conocida Spotify es que sirve como plataforma de grabación y difusión de artistas independientes. El servicio a menudo graba y distribuye sus propias sesiones, que se consiguen de forma exclusiva en él y les dan validación y credibilidad a los artistas.

Como dice el discjockey Alejandro Marín, director de la radio La X Colombia, “lo más importante es que se organicen eventos con artistas independientes nacionales”. Otros competidores, como Deezer, han dado pasos en ese sentido en el país, pero el lo hace de una forma más masiva es Spotify.

Por ejemplo: en el último South By Southwest, la fila para el concierto de Spotify le daba una vuelta al escenario. No era un bar ni un pequeño teatro, sino un lote gigantesco en medio de una de las zonas más concurridas de Austin. Además, fue emitido por streaming y visto por miles de personas. Tener tanto éxito, en medio del festival de cultura digital más importante del mundo, es algo que no puede hacer ninguno de sus competidores.

Nadie en el negocio puede hacer eventos y conciertos como Spotify

Tener a Spotify más cerca les va a permitir a los artistas enfocar sus esfuerzos para llegar más fácilmente a una audiencia más global. “Los músicos que no tengan claro el negocio digital van a tener que buscar ayuda”, dice Marín. Y Juan Sebastián Ortiz, cofundador de M3 y manager de la banda colombiana Superlitio, añade que la oportunidad está en aumentar la visibilidad de su trabajo. “A mayor visibilidad, mayor número de seguidores. A mayor difusión, mayor asistencia a los conciertos“, señala.

Los retos de Spotify

Spotify puede tener mucho prestigio y buen nombre, y en el mundo tiene cifras impresionantes. Según su sitio web para artistas, lanzado este martes, tiene 24 millones de usuarios, de los cuales 6 millones pagan por el servicio. Ha pagado cerca de 500 millones de dólares en regalías a los dueños de los derechos, 250 millones de ellos en el último año. En promedio, dice The Wall Street Journal, cada vez que un usuario reproduce una canción en el servicio el artista recibe una suma de entre 0,6 y 0,84 centavos de dólar.

Pero en Colombia, solo será un corredor más en una carrera donde la ventaja la tienen otros. Como dice Marín, tanto en el país como en todas partes “YouTube se los come vivos a todos”. La gente ya usa al sitio de videos como un servicio de música, y Google quiere aprovechar eso y potenciarlo.

Además, Deezer ya tiene camino ganado. Tras su alianza con Tigo, logró una importante base de usuarios locales que muy difícilmente se cambiarán, sobre todo cuando no pagan nada por el servicio porque ya está incluido en sus planes de datos. Los usuarios de 4G Movistar, por su parte, contarán con una versión de Napster, un servicio evolucionado de la famosa plataforma de los noventas y que hoy es propiedad de Rhapsody.

Spotify debe competir sin la ayuda (y el mercado) de un operador

Ese es, precisamente, el mayor reto que tendrá que superar el servicio sueco en Colombia. “La gran amenaza de Spotify es la ausencia de una alianza con una gran telefónica”, dice Marín. Algo que es extraño, pues está aliado con Telefónica y, de hecho, se ofrece en paquete para usuarios de los operadores de esa multinacional en varios países, como México.

Ustedes, ¿piensan meterse a Spotify? ¿Lo han probado? ¿Cómo les ha ido? Esperamos sus comentarios.