La semana pasada DC Comics revivió a su primer villano. No es el Joker o Lex Luthor, se trata de Ching Lung, un desconocido personaje creado con estereotipos racistas sobre los asiáticos. Así como el primer villano de DC Comics es un desconocido para el público masivo (e incluso para los fans de los cómics), los primeros enemigos de muchos héroes son justamente eso: personajes olvidados y rara vez son los más reconocidos de su mitología.
Por ello queremos explorar semana a semana los primeros villanos de los superhéroes más populares. Empezaremos con un favorito de Marvel: Iron Man.
Wung-Chu
El Mandarín, los Stane, los Hammer, Whiplash, Crimson Dynamo, Láser Viviente, Madame Masque y muchos más hacen parte de la galería de villanos principales de Iron Man. Pero ninguno de ellos fue el primer enemigo en enfrentar a Tony Stark y su armadura.
El primer villano de Iron Man fue Wung-Chu, otro estereotipo de la época: piel prácticamente naranja, bigote largo y delgado y subido de peso. Todo sucede en ‘Tales of Suspense #39’, escrito por Stan Lee y Larry Lieber, con los dibujos de Don Heck.
Wung-Chu es descrito como el dictador de la guerrilla roja, que aterroriza pueblos en la selva de Vietnam del Sur. El papel del villano se cruza con el de Tony cuando el inventor es llevado a ese país para supervisar su nueva tecnología en el campo de batalla: transistores que aumentan la potencia de cualquier dispositivo mil veces.
Mientras Stark está con el ejército estadounidense, cae víctima de una trampa explosiva que llena su cuerpo con metralla. El inventor es capturado por Wung-Chu y sus soldados, quienes deciden usarlo para que construya armamento para ellos.
Stark claramente aprovecha esa oportunidad y construye junto al profesor Yinsen su armadura de Iron Man, la cual le permite sobrevivir a la metralla en su cuerpo y planear su escape. Efectivamente, Stark sale de su prisión y barre con las fuerzas de Wung-Chu. En libertad, el héroe decide regresar para acabar con el dictador.
Wung-Chu tenía una curiosa costumbre: retaba a una pelea a todos los hombres de los pueblos que dominaba, derrotándolos mano a mano a todos. Por ello Stark regresa con la armadura lo reta justo a eso: una pelea entre dictador y máquina.
Stark vence fácilmente a su contrincante. En medio de su derrota Wung-Chu decide huir para matar a todos sus prisioneros, algo que Iron Man no puede permitir: lanza un chorro de combustible a un depósito de armas y lo hace estallar cuando el dictador pasa a su lado, acabando con él.
En historias futuras Stark descubre que Wung era solo un peón de El Mandarín, quien se transformaría en su némesis definitivo. Años después algunos escritores rescatarían al personaje, con el argumento que no murió en la explosión del depósito de armas. Inclusive Wung regresa en forma de robot.
Imágenes: Marvel.