Con el estreno de ‘Creed: corazón de campeón’, una nueva generación de fanáticos del cine tendrán la posibilidad de conocer una saga que marcó la historia del séptimo arte: la serie sobre Rocky Balboa. Por eso, es sencillamente lógico que el #TBT de esta semana lo dediquemos a ‘Rocky’, la película de 1976 con la que empezó todo.
El ‘semental italiano’
“Su nombre es Sylvester Stallone, pero tú siempre lo recordarás como Rocky”, dice el narrador del primer tráiler de la película. Quizá esa predicción no sucedió de forma total, gracias a papeles como el de Rambo, que fueron igual o más emblemáticos. Pero cuando se habla de cine deportivo, es inevitable pensar en la cara ensangrentada de Stallone dentro un cuadrilátero de boxeo.
De hecho, la historia de ‘Rocky’ se convirtió en una insignia del cine e inspiró un esquema narrativo muy repetido a través de los años. Balboa es un boxeador desconocido que recibe la oportunidad de pelear contra el campeón del mundo Apollo Creed (Carl Weathers), luego del retiro de su contrincante pactado. Contra todo pronóstico, el rudimentario entrenamiento de Rocky le permite plantarle cara al pugilista profesional y ofrecerle al público una contienda épica. Todo esto sucede mientras el apodado ‘semental italiano’ se enamora de la tímida Adrian Pennino (Talia Shire).
Sin embargo, se debe decir que Sylvester Stallone merece un crédito mayor al que usualmente se le otorga por ‘Rocky’. Cuando aún era un actor de papeles pequeños –y hasta una película porno–, ‘Sly’ escribió el guión y se ‘partió la espalda’ hasta conseguir un estudio dispuesto a producir la cinta con él en el papel protagónico. Finalmente, United Artists y la productora Chartoff-Winkler Productions le dieron la oportunidad, y apuntaron a John G. Avildsen para que dirigiera el proyecto.
Un ícono
Con un presupuesto cercano al millón de dólares, ‘Rocky’ recaudó más de 200 millones y se estableció como un éxito del año 1976. Además, como mérito de Stallone, la cinta recibió diez nominaciones a los Óscar –incluyendo la de Mejor actor y Mejor guión– y ganó Mejor película y Mejor director.
Pero, más allá de los premios y las cifras, la verdadera hazaña de ‘Rocky’ es la influencia que ejerció sobre el cine deportivo y hasta el boxeo, en cierta forma. El montaje de Balboa entrenando –que culmina en las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia– se convirtió en un emblema de la cultura popular, así como sucedió con la canción ‘Gonna Fly Now’. Esto, sin mencionar escenas legendarias de Rocky como la del desayuno de huevos crudos y la del grito agónico de “¡Adrian!” con la boca torcida.
Esta realización resultó tan célebre que las cuatro secuelas que vinieron después (‘Rocky II’, ‘Rocky III’, ‘Rocky IV’ y ‘Rocky V’) presentaron tramas distintas, pero con una estructura muy similar; Stallone las escribió todas. Así se dio una saga que marcó la historia del cine, tanto así que las generaciones posteriores la siguieron viendo y la industria la ‘revivió’ en 2006 con ‘Rocky Balboa’ y ahora en 2016 con ‘Creed: corazón de campeón’. También inspiró un musical y Filadelfia hay una estatua del ‘semental italiano’ celebrando su rudimentario entrenamiento.
¡Gracias por esta gran historia, ‘Sly’!
Imagen: Rocky (vía Facebook).
