“Ningún servicio debería quedar atrapado en una ‘vía lenta’ porque no paga una tarifa”. No son las palabras de un activista de internet, ni del dueño de una pequeña startup, ni de alguna gran figura de la red. Son las palabras de Barack Obama, el mismísimo presidente de Estados Unidos, que emitió este lunes una declaración con la que espera influir en la decisión que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC, por su sigla en inglés) debe tomar sobre neutralidad de la red.
En la declaración, Obama aseguró que la neutralidad en la red “ha estado en el tejido de internet desde sus inicios”, y manifestó su creencia en la red debe mantenerse abierta y libre. “Ni la compañía de cable ni la compañía telefónica deberían actuar como vigilantes, restringiendo lo que puedes ver o hacer cuando estás en línea”, dijo Obama.
Además de pedir la prohibición de las ‘vías lentas’, el mandatario hace otras tres peticiones: que las compañías que prestan la conexión (ISP, por su sigla en inglés) “no tengan permiso de bloquear” un contenido que sea legal, que no puedan “hacer intencionalmente que un contenido sea más lento o más rápido” y que la FCC pueda regular todos los puntos de interconexión entre las ISP e internet.
El presidente la FCC, Tom Wheeler, agradeció a Obama por manifestarse y aseguró que la Comisión “incorporará el documento del Presidente en el procedimiento de internet abierto” que adelanta en este momento.
Ese procedimiento surgió luego de que un juez federal del Distrito de Columbia derogara una regulación de la FCC que prohibía que las empresas discriminaran y bloquearan contenidos. El juez consideró que a los prestadores de servicios de internet no se les podían prohibir esas conductas: al contrario de otros tipos de empresas de comunicaciones –consideró–, “no están clasificadas como ‘operadores comunes’ que deben pasar información a través de sus redes sin preferencias”, como explica The Verge.
A raíz de esto, la FCC abrió la discusión para rehacer el marco regulatorio de internet. Los usuarios estadounidenses enviaron más de 24 millones de comentarios a la solicitud, según informa Gizmodo.
El debate de la neutralidad
Si la FCC permitiera las vías rápidas y los bloqueos, las empresas estadounidenses de internet tendrían la oportunidad de ajustar su oferta de servicios. Así, por ejemplo, podrían ofrecer planes en los que se cobra un dinero adicional por el acceso a algunos servicios, o se permite que el consumo que se haga en algunos sitios o apps no se descuente de los planes de datos.
Lo que dicen los defensores de la neutralidad de la red es que eso convertiría a internet en una red desigual. “Esto crearía una internet de dos niveles, con vías rápidas para los pocos que pueden pagar y vías lentas y destapadas para el resto de nosotros”, escribe el colectivo Save The Internet en su página web.
¿Internet ‘de segunda’?
Esto no solo se vería de cara a los usuarios. Según aseguran los activistas, también se crearían servicios y aplicaciones ‘de primera’ y ‘de segunda’. “Cuando los nuevos sitios no pueden obtener un servicio de alta calidad, es menos probable que consigan usuarios y que sean exitosas. El resultado: un internet menos diverso”, aseguró la Electronic Frontier Foundation en un comunicado.
Quienes critican la neutralidad aseguran que regular estrictamente la conexión a internet atenta contra la libertad de empresa de las ISP, pues limita sus opciones de hacer negocios. Aunque todas las grandes ISP estadounidenses dicen estar de acuerdo con ‘mantener la red abierta’, todas ellas criticaron las palabras de Obama. Verizon, por ejemplo, aseguró en un comunicado citado por The Verge que reclasificar la conexión a la red como un servicio común “sería un reversazo radical que, por sí mismo, amenaza con hacer un gran daño al internet abierto, a la competencia y la innovación”.
El cuello de botella político
La FCC es una agencia independiente que está facultada para tomar sus propias decisiones. En ese sentido, las declaraciones de Obama, por mucha fuerza política que tengan, no obligan a la Comisión a tomar una u otra decisión. Sus miembros son nominados por el presidente y elegidos por el Senado. Y ese es el gran obstáculo para hacer realidad las peticiones de Obama y de millones de usuarios, empresas y activistas.
La semana pasada, el Partido Republicano adquirió el control del Senado por primera vez desde que Obama es presidente. Los miembros de ese partido suelen abogar por la desregulación de los negocios y la libertad de empresa, y normalmente buscan que el Estado no interfiera en las iniciativas privadas. En ese sentido, las preferencias republicanas están del lado de las empresas; y en este caso, en contra de la neutralidad en la red.
El senado republicano es una mala noticia para la neutralidad
De hecho, algunos legisladores de ese partido ya comenzaron a criticar la intervención de Obama. Eso tiene dos consecuencias. La primera es que, a corto plazo, los comisionados van a sentir la presión de sus electores republicanos. Y a largo plazo, es probable que el Senado elija nuevos comisionados más afines a sus ideas, y por lo tanto, menos sensibles a los argumentos de quienes defienden el internet abierto.
Obama puede hablar mucho y hacer comunicados –no es la primera vez que se manifiesta sobre esto–. Pero, la verdad, la neutralidad de la red la tiene muy difícil.
Imagen: Stuart Williams (via Flickr).