#10AñosDelHashtag: esta es su historia

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Twitter está experimentando una nueva característica que organizará mejor el caótico mundo de los hashtags.

#love es el hashtag más utilizado de todos los tiempos.

Una simple pregunta a través de Twitter fue el inicio de una tendencia que hoy es tan fuerte y común en las redes sociales que sería difícil imaginarlas sin su existencia: el hashtag. Hace 10 años, el diseñador estadounidense Chris Messina consultó a través de esta red a sus seguidores su opinión sobre emplear el símbolo # para agrupar temáticas que se quisieran discutir.

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A algunos les pareció bien; otros lo consideraron una idea tonta, comentó Messina en una entrevista a CNN. Sin embargo, cuando poco después de sugerirlo él le recomendó a un amigo que lo utilizara para que sus seguidores estuvieran al tanto de sus actualizaciones sobre la información de un incendio forestal, el concepto despegó y hasta hoy se mantiene como la manera más fácil y sencilla que tienen los usuarios de las redes sociales para agrupar conversaciones sobre un asunto determinado.

Tal ha sido su éxito que múltiples sitios y redes sociales los usan ahora como método para que los usuarios puedan encontrar fácilmente mensajes con un contenido o tema específico. Los hashtags se pueden utilizar en Facebook, YouTube, Pinterest, , Google+, LinkedIn, Flickr e Instagram, y en todos los servicios sirve para lo mismo.

Hashtags, una idea no tan nueva

Si bien se considera a Messina como el creador del hashtag, sus razonamientos iniciales e intentos de convencer a Twitter para que los implementara dan cuenta de que su idea nació simplemente de la observación de proyectos anteriores que concentraban los temas bajo ciertos parámetros. La referencia principal era IRC (Internet Relay Chat), un software de chat muy popular en los noventa que usaba el símbolo # para identificar e ingresar a cada una de las salas de chat. Así funciona en IRC y así es como deben funcionar en Twitter, mencionaba el diseñador en una entrada de su blog en agosto del 2007.

En ese momento, aunque los usuarios empleaban los hashtags, Messina recibió respuestas negativas de los creadores de Twitter, quienes consideraban que nunca se iban a masificar. Rogué y rogué para que le dieran soporte a esta función y me dijeron que eran solo para nerds y que nadie los usaría, reveló Messina a The New York Times en el 2009.

El creador del hashtag recibió en sus inicios respuestas negativas de los creadores de Twitter para su implementación.

Pero más allá de las negativas, la gente entendió que los hashtags eran realmente útiles. Al inicio de una conferencia o durante los eventos de empresas, las compañías insistían en utilizar un hashtag para seguir en un solo lugar de Twitter lo que sucedía. Las personas, por su parte, establecían temas de interés con un hilo conductor a través del hashtag. Entre el 2008 y el 2009, sucesos como la campaña presidencial de Barack Obama o las protestas callejeras en Irán le dieron un impulso importante a esta manera de clasificar la información en esta red social.

Y en ese contexto, haciendo caso a los usuarios más que a su propia intuición, los líderes de Twitter le dieron el espaldarazo final para su adopción a mediados del 2009. En ese momento, la red social agregó la función para que, al escribir un hashtag, se generara de manera automática un hipervínculo que llevaba a un filtro en el que se mostraban todos los mensajes asociados a dicho hashtag. Con ese cambio, el uso de los hashtags creció de manera exponencial y se convirtió en parte vital de este servicio.

El poder del hashtag

El hashtag ha tomado tanta relevancia que, como ya se mencionó, fue adoptado por otras redes y servicios en la Web como medio de clasificación de información. No obstante, su poder ha ido incluso más allá de las redes que le dieron vida al punto de convertirse en el eje de movimientos sociales, tendencias de moda, discusiones políticas y referente en temas de mercadeo y difusión de mensajes.

A finales de la década pasada, cuando Twitter apenas posicionaba su modelo de microblogging, surgieron algunos que han quedado en la mente de los antiguos usuarios como aquel famoso #FollowFriday que invitaba a la gente a recomendar personas en la red para seguirlas. Otros por el estilo de #MusicMonday o #tbt (Throwback Thursday) se emplean desde hace más de cinco años y siguen vigentes, mientras el movimiento estadounidense #BlackLivesMatter, que busca reivindicar los derechos de la raza negra en Estados Unidos, comenzó, se organizó y se desarrolló en Twitter.

El hashtag de Twitter más usado en lo que va del 2017 llegó a comienzos de agosto a los 300 millones de tuits.

Como dato curioso, el hashtag más usado en 2007 alcanzó los 9.000 tuits, mientras en lo que va del 2017 el más utilizado llegó a comienzos de agosto a los 300 millones. En la actualidad, solo en Twitter se tuitean un promedio de 125 millones de hashtags por día. A estos se suman todos los que se manejan en Instagram y Facebook, en especial la primera, en las cuales el uso de este elemento es casi que indispensable en cada publicación. Una encuesta realizada por la agencia de mercadeo digital RadiumOne encontró que el 71 por ciento de los usuarios de redes usa hashtags regularmente, mientras el 50 por ciento de los encuestados respondió que le gusta buscar nuevos contenidos a través de ellos.

Los hashtags, incluso, han dado pie a la creación de negocios significativos, como los derivados del análisis de toda la información que se genera a través de ellos. Apostamos todo por los hashtags, comentó a CNN Josh Decker, presidente y fundador de la compañía Tagboard. El objetivo de esta empresa consiste en integrar las conversaciones asociadas a hashtags provenientes de diversas redes en una sola página. Decker resaltó el Super Bowl, el partido final del campeonato de fútbol americano en Estados Unidos, como una muestra de la proliferación de los hashtags. Mientras en 2012 solo un 7 por ciento de los anuncios publicitarios incluían un hashtag, para el 2014 la cifra subió al 58 por ciento.

Imagen: Pizxabay.

Iván Luzardo

Iván Luzardo

Hoy estoy convencido de que hubiera sido un excelente administrador de empresas. Pero soy periodista, no uso corbata, los números me cuestan y soy verdaderamente feliz con lo que hago: hablar, escribir, tocar, sentir y vivir de la tecnología. La misma que alguna vez, hace ya varios años, me encontró -sin yo buscarla- y se quedó conmigo.
Con el tiempo, el tema se convirtió en mi pasión. Pienso que la tecnología es una de las mejores herramientas para ver cómo evoluciona el mundo y estoy seguro de que con ella y con educación podremos cambiar el planeta, la mentalidad de la gente, el futuro.
Soy comunicador social y periodista de la Universidad de La Sabana con una especialización en economía de la Universidad de Los Andes.

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