Una investigación encontró que niños y adolescentes que revisan constantemente sus redes sociales muestran una sensibilidad a las recompensas sociales de sus compañeros aumentando con el tiempo. ¿Qué más encontraron los neurocientíficos?El estudio lo realizaron científicos de la Universidad de Carolina del Norte de Estados Unidos, por medio de escaneos cerebrales sucesivos a estudiantes de secundaria entre las edades de 12 y 15 años.
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Los resultados de la investigación fueron publicados este martes en JAMA Pediatrics. Estos sugieren que “el control habitual de las redes sociales en la adolescencia temprana puede estar asociado longitudinalmente con cambios en la sensibilidad neuronal a la anticipación de recompensas y castigos sociales, lo que podría tener implicaciones para el ajuste psicológico”.Las redes sociales que fueron escogidas para estudiar los cambios en el desarrollo funcional del cerebro a lo largo de la adolescencia, fueron Facebook, Instagram y Snapchat. Para la investigación estuvieron involucrados 873 estudiantes de sexto y séptimo grado de 3 escuelas intermedias rurales públicas en Carolina del Norte. Los participantes tenían de 12 a 13 años de edad. El experimento duró dos años, lo que llevó a un tamaño de muestra de 178 adolescentes (148 estudiantes para la cohorte 1 y 30 para la cohorte 2).
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El estudio es uno de los primeros en capturar cambios en la función cerebral correlacionados con el uso de redes sociales durante un período de años. Los sujetos recibieron escaneos cerebrales completos tres veces, aproximadamente a intervalos de un año, mientras jugaban a un juego informático que entregaba recompensas y castigos en forma de compañeros sonrientes o enfadados.Los revisores frecuentes mostraron un aumento de la activación de tres áreas del cerebro: circuitos de procesamiento de recompensas, regiones del cerebro que determinan la saliencia y la corteza prefrontal.Los hallazgos no capturan la magnitud de los cambios cerebrales, sólo su trayectoria. No está claro si los cambios son beneficiosos o perjudiciales. La sensibilidad social podría ser adaptativa, demostrando que los adolescentes están aprendiendo a conectarse con los demás, o podría llevar a la ansiedad y la depresión social si no se satisfacen las necesidades sociales.
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Muchas otras variables podrían haber contribuido a estos cambios, como unirse a un nuevo equipo o experimentar un acontecimiento importante en la vida.La investigación concluye que es necesario realizar más estudios para que se examine, por ejemplo, “las asociaciones a largo plazo entre el uso de las redes sociales, el desarrollo neuronal de los adolescentes y el ajuste psicológico para comprender los efectos de una influencia omnipresente en el desarrollo de los adolescentes de hoy”.