No ha sido un año fácil para Meta. La compañía de Mark Zuckerberg no ha podido vender su visión del metaverso de la mejor manera y, sumado al declive de Facebook, enfrenta ahora el panorama de tener que seguir apostando por una idea que no parece terminar de cuajar. Por si no fuera poco, los escándalos antes de que la compañía cambiara de nombre le siguen costando bastante caro. Por ejemplo, esta semana la compañía de Mark Zuckerberg ha pagado más de 700 millones de dólares para intentar sepultar el escándalo de Cambridge Analytica.
El monto es el resultado de una demandar colectiva que la compañía estaba resolviendo este año y que está persiguiendo a la empresa desde 2018. Al final los abogados de Meta han decidido que el mejor camino es negociar y han aceptado realizar un abono a los demandantes por 725 millones de dólares para resolver el pleito.
Para aquellos con mala memoria: el caso de Cambridge Analytica es uno de los episodios más oscuros de la historia de Facebook. La compañía de Mark Zuckerberg habría permitido a ciertas compañías, entre las que están Cambridge Analytica, el acceder a datos de millones de usuarios. Esta información no era pública y la red social en ningún momento pidió el permiso o informó a los usuarios que estaba tomando estos datos. Más importante, en el caso particular de Cambridge Analytica estos datos luego fueron utilizados para perfilar la estrategia presidencial del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump.
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La demanda, como tal, creó una ola de críticas y una actitud de sospecha frente a las políticas de privacidad de Facebook y otras redes sociales. El escándalo, además, le mereció a Mark Zuckerberg una visita al congreso de los Estados Unidos en la que tuvo que responder por las políticas de protección de datos de Facebook, así como la manera en la que millones de datos fueron comercializados sin tener en cuenta el mínimo de considerar el informar a los usuarios.
Cambridge Analytica de hecho, es una sombra que ha perseguido a Meta, incluso después de su cambio de nombre. De hecho, cuando la compañía anunció su nueva marca y horizonte el análisis de muchos no estaba en que se trataba de una actualización para reflejar el nuevo espíritu de la empresa o su nuevo horizonte corporativo, sino que era una manera de distanciarse de este escándalo y de la desconfianza general que se había creado alrededor de la marca Facebook.
Lo cierto es que ni siquiera los 700 millones que Meta pagará serán suficientes para silenciar el legado de Cambridge Analytica. Para empezar, porque esta es tan solo una de las investigaciones que hoy continúan sobre el escándalo. Por ejemplo, todavía investigaciones en los Estados Unidos que tienen a los fiscales del gobierno persiguiendo nuevas acusaciones (y la billetera) de Meta.
Imágenes: Wikkicommons.