Yo sé. Puede ser irónico que quizás hayas llegado a esta nota por estar navegando en tu perfil de Facebook o Twitter. Y sin embargo, el que estés acá es un síntoma de a lo que me refiero. Lo entiendo mejor que nadie. Este se suponía que iba a ser un fin de semana más productivo. Lleno de publicaciones de última hora sobre las nuevas cancelaciones, noticias e información que sin duda llegarían después de un viernes 13 que bien puede ser adaptado a cualquier película de horror. Y, sin embargo, después de seis horas frente a mi historia de Twitter y de absorber todos los análisis de la economía, todas las predicciones para el futuro y los videos de países fantasmas tuve que tomar un respiro antes de continuar.
Quizás no haya sido muy profesional. Quizás no sea lo que aquellos más resilentes hubieran hecho. Pero es la reacción natural a una semana que no parece querer terminar y que se ve empeorada por la decisión de quedarse en casa. La tentación de abrir Twitter es imposible de resistir. Algunos como yo (los más ansiosos) se verán de manera increíble atraídos hacia esta corriente de información. Y el resultado puede ser que después de mirar todo este panorama de información el miedo, la ansiedad y la preocupación hagan imposible el concentrarse en cualquier otra actividad.
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Algunos acusarán a los medios de comunicación de darle mucha atención al Coronavirus. Pero, desde la redacción, en este punto no se trata de una elección para clics, sino de la realidad de un mundo que este fin de semana se ha movido en relación a las acciones para contener al Coronavirus. No podemos ignorar el que Apple cierre todas sus tiendas, o que Cine Colombia cierre sus teatros o que se extiendan los países que entran en cuarentena. En este punto no se trata de ‘amarillismo’, sino de nuestra responsabilidad de informar lo que está ocurriendo. Que es grave. Que es de interés de muchos.
Pero incluso yo, que debo estar 24/7 absorbiendo esta información, terminó mareado después de dar un viaje por mi línea de tiempo. No me sorprende si algunos de ustedes están sintiendo lo mismo. No les estoy pidiendo que se desconecten por completo del mundo. De nuevo, si los publicamos es porque es información que tiene relevancia. Que sentimos es importante dar a conocer. Pero si es de los que se va a quedar en casa unos días, quizás deba tomarse unas vacaciones cortas este domingo de las redes sociales y, por un par de horas, se olvidé por completo de la pesadilla que es esta crisis.
Con suerte, como me ocurrió a mí, después de regresar de esta pausa esos sentimientos se apaciguarán y podrá volver a ver esta información como lo que es: noticias.
¡Ah! Y por supuesto, no olviden que si quieren permanecer en redes, además de lavarse las manos pueden colaborar compartiendo información verídica y no solo videos alarmistas. En lo personal, les agradezco si me etiquetan en algún meme para subir la moral.
Imágenes: Pexels.
