Cirujanos estéticos de Estados Unidos han confirmado que cada vez más pacientes acuden a ellos preguntando si pueden hacerlos lucir como las selfies que se toman con filtros de snapchat o con una aplicación llamada Facetune. De acuerdo con el portal Business Insider, la academia americana de cirugía plástica y reconstructiva ha llamado la atención sobre este fenómeno al que han llamado ‘Snapchat dysmorphia’. Por su parte, investigadores de la Universidad de Boston resaltan que los filtros popualres de las redes sociales han contribuido a un incremento de la enfermedad llamada dismorfia corporal debido a la constante presión y ansiedad sobre las apariencias en estas.
CNN Health resalta que ahora llama la atención el tema, a pesar de que ha estado dando vueltas por un tiempo, porque se publicó una investigación en una revista científica llamada JAMA Facial Plastic Surgery. En ella se enfatiza que estos filtros pueden sabotear nuestras cabezas y crear ideas no saludables de lo que vemos en el espejo contra lo que capta la cámara.
Con las redes sociales, simplemente, prestamos más atención a nuestros cuerpos y caras
El portal Business Insider resalta que de acuerdo con la Academia de Cirugía Plástica y Reconstructiva el 55% de las cirugías que se solicitaron en 2017 se enfocaban en cómo lucir mejor en selfies. En el 2016, este tipo de consultas fue de 42%.
Para el director del Departamento de Cirugía Facial y Reconstructiva de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, el doctor Patrick Byrne, la raíz del problema es sencilla: en la era de las selfies la gente ve su cara y cuerpo más. “La forma como los jóvenes se ven a sí mismos y su cuerpo depende de su relación con la tecnología y esto jamás había pasado con ninguna otra generación”, le comentó al portal CNN Health.
Así mismo, explicó que –en la práctica– se le da un espejo al paciente para que señale las partes de su cara con las que está disconforme. Pero por lo general, más y más, en la actualidad se ven frustrados al ver su propio reflejo devuelven el espejo y muestran una foto tomada con algún filtro para decir cuáles son los puntos que quieren cambiar. “Es increíble, porque en realidad estamos viendo el mismo rostro pero a través de un medio diferente. Les molesta la apariencia en las fotos, pero no de sus reflejos”, concluyó el doctor Byrne.
El verdadero problema: reconocer entre vanidad y problemas mentales
Además, el doctor resalta que es muy difícil reconocer entre la enfermedad mental, dismorfia corporal, o simplemente vanidad. De acuerdo con estudios realizados por la Universidad John Hopkins, solo el 5% de los pacientes sufren de este tipo de enfermedad y en lugar de operaciones necesitan ayuda psicológica, pues no importa el resultado, seguirán volviendo para seguir cambiando su apariencia física.
Imagen: Melpomenem (vía iStock).