¿Qué puede salir mal? Hashem Al-Ghaili, un ingeniero Yemeni, publicó un video en YouTube en el que presenta sus planes para lo que considera es el futuro del turismo y los viajes: un hotel gigante volador y nuclear.
Con el nombre de Sky Cruise, la propuesta del ingeniero es una nave con capacidad de acomodar a cerca de 5.000 pasajeros. La diferencia con las naves comerciales que hoy vemos, es que esta nave estaría diseñada para pasar años enteros sin aterrizar. Por supuesto, la primera duda que genera es cómo alimentará sus motores tantos años. La respuesta está en 20 motores eléctricos alimentados por pequeños reactores nucleares que usan “reacciones de fusión altamente controladas para alimentar al hotel alimentado con energía ilimitada”.
El hotel volador sería alimentado de pasajeros y suministros a través de jets comerciales. Además de esto, la nave también asegura el eliminar los problemas de turbulencias al contar con un sistema de navegación que utilizaría inteligencia artificial para predecir estos problemas y activar los sistemas anti vibraciones.
El diseño también llama la atención. El Hotel volador de Sky Cruise es literalmente la fusión entre una nave y un hotel. Una de las diferencias más notables está en la vista panorámica de su gran salón que promete una vista de 360 grados del cielo. Por supuesto, su tamaño promete todo lo que los grandes cruceros de lujo: hoteles, canchas de deportes, restaurantes, teatros, áreas de esparcimiento, etc.
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Si todo lo anterior les suena imposible… es porque en realidad lo es. Actualmente la tecnología de reacción por fusión no está a la altura que necesitaría el crucero aéreo, así como tampoco contamos con reactores que sean lo suficientemente pequeños para alimentar una nave de este tamaño o generar la cantidad de energía para sus jets, sistemas de navegación y, por que olvidarlo, la energía que consumirán las atracciones dentro del crucero.
Por supuesto, además de la promesa del ingeniero la realidad es que un vehículo de este tamaño tiene más problemas que soluciones. La principal es el hecho de que su solo diseño parece ignorar muchas de las leyes de las físicas y la aerodinámica, incluso con reactores nucleares alimentando su motor. Incluso si consigue despegar, entonces la siguiente pregunta está en el diseño de los pisos superiores, soportando la presión adicional de una nave volando a kilómetros por hora a cientos de metros de altura. Si algo, el crucero tendría además que contar con un excelente sistema para aislar el sonido y evitar que este viaje se convierta en una pesadilla.
Lo cierto es que el hotel volador de Sky Cruise está más cerca de habitar las páginas de una novela de ciencia ficción que de recorrer los cielos. Sin duda, no existe para volar tanto como para soñar… o para que las clases de ingeniería puedan explicar por qué razón los aviones comerciales de hoy tienen el tamaño y diseño que vemos.
Imágenes: captura de pantalla