A partir de esta semana, Facebook e Instagram prohibirán cualquier tipo contenido que promueva la terapia de conversión. La práctica, desacreditada desde hace años, consiste en forzar a personas a cambiar su orientación sexual a través de métodos más que cuestionables. Con la nueva prohibición cualquier publicación, foto o video que promueva este tipo de prácticas será eliminada y las cuentas están sujetas a acciones adicionales.
La nueva prohibición es una ampliación de la norma que ya no permitía ningún tipo de publicidad que promoviera la terapia de conversión. Así, las acciones más recientes tienen como objetivo aquellas cuentas que, bajo la identidad de individuos o grupos, la promulgan. “No permitimos ataques contra personas por orientación sexual o identidad de género y estamos actualizando nuestras políticas para prohibir la promoción de servicios de terapia de conversión”, dijo en un comunicado Tara Hopkins, directora de políticas públicas de Instagram para Europa, Medio Oriente y África.
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En el caso de Colombia, la terapia de conversión como tal no ha sido penalizada o prohibida de alguna manera. Sin embargo, Facebook asegura que la prohibición de este tipo de contenidos aplica a nivel mundial, independiente de las normativas en cada país. También resulta importante que dos de las redes sociales más importantes del mundo tomen una posición sobre este punto. Esto, en el mismo día en que un experto de la ONU solicitó a las naciones del mundo la instauración de leyes claras que prohíban este tipo de prácticas.
“No es ético que los profesionales de la salud traten de curar algo que no es una enfermedad, y el principio de no causar daño los obliga a no ofrecer tratamientos que se sepa que son ineficaces o que estén destinados a alcanzar resultados imposibles. Por ese y otros motivos, el Grupo Independiente de Expertos Forenses del Consejo Internacional para la Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura, un grupo de especialistas de 23 países, ha determinado que ofrecer terapias de conversión constituye una forma de engaño, publicidad falsa y fraude”, señala el informe presentado al Consejo de Derechos Humanos.
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