Una vez al año, por los próximos 20 años, Facebook deberá someterse a una revisión de sus políticas de privacidad por parte de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por su sigla en inglés). Además estará obligada a informarles a sus usuarios “de forma clara y prominente” cuándo su información no pública será compartida a algún agente externo, y deberá preguntarles si deciden o no hacerlo. Ese es el acuerdo (PDF) al que llegó la red social con el organismo federal tras una negociación que duró casi dos años, el cual le permitió a Facebook evitar una multa millonaria.
La investigación comenzó en 2009, cuando la FTC recibió denuncias de que Facebook estaba llevando a cabo prácticas irregulares con la información privada de los usuarios. Entre otras conductas señaladas por el organismo federal, la red social había publicado las listas de amigos de sus usuarios sin permiso de ellos, les había permitido a las aplicaciones acceder a información privada que no era estrictamente necesaria para su funcionamiento e incumplió su promesa de que no compartiría la información privada de sus usuarios con anunciantes.
Cuando se anunció la negociación entre el sitio y la agencia en noviembre de 2011, Mark Zuckerberg escribió un post en el que dijo ser “el primero en admitir que hemos cometido un puñado de errores […] pienso que un pequeño número de errores de alto perfil, como […] la pobre ejecución cuando hicimos la transición a nuestro modelo de privacidad […], a menudo han ensombrecido mucho del buen trabajo que hemos hecho“.
Según CNET, los comisionados de la FTC afirmaron que la agencia vigilará con atención el comportamiento de la red social. “No dudaremos en buscar penas civiles en caso de violaciones“, añadieron. Sin embargo, según el sitio web Politico, uno de los miembros de la comisión, Thomas Rosch, votó en contra de la medida por considerarla demasiado laxa. El acuerdo “no requiere que Facebook admita su responsabilidad” y “podría no cubrir totalmente todos los errores de privacidad” en los que incurrió el sitio, asegura el comisionado.
Es la segunda vez en pocos días que el FTC acapara titulares en el mundo tecnológico. El pasado jueves le impuso a Google una multa de 22,5 millones de dólares por obtener información de algunos usuarios de Safari que tenían habilitada la opción de no rastreo (do not track). En su defensa, la empresa difundió una declaración diciendo que la información obtenida no era información personal de los usuarios.