Google ha repetido hasta el cansancio que fue un error, y se ha disculpado siempre que ha podido. De hecho, lo volvió a hacer el martes frente a los micrófonos de la BBC en Londres. Sin embargo, la prensa y las autoridades de Estados Unidos y el Reino Unido siguen pidiéndole cuentas por el episodio del espionaje de los carros de Google Street View develado en mayo de 2010.
Este miércoles, la Oficina del Comisionado de Información británico (ICO, por su sigla en inglés) decidió reabrir el caso luego de que la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC por su sigla en inglés) multó a Google con 25.0o0 dólares por “impedir y retrasar deliberadamente la investigación de la Comisión al no responder a las peticiones de información” que se le hicieron.
Google está acusado de planear y ejecutar una operación masiva entre 2007 y 2010 para recopilar datos privados de los usuarios de redes Wi-Fi públicas, entre los que están desde cuentas y contraseñas de servicios de correo electrónico hasta información médica y financiera delicada.
En un primer momento, la empresa dijo que el “error” ocurrió porque el equipo encargado de crear el mecanismo para recoger la información básica y pública de las redes inalámbricas reutilizó un código escrito por un ingeniero que trabajaba en un proyecto experimental. Sin embargo, un informe revelado en mayo por la FCC mostró que Google era más consciente de lo que estaba pasando que lo que había admitido.
El informe muestra que la operación no fue tan accidental como la firma lo había dicho en un primer momento: no se trató de un error de un solo ingeniero, sino -como explica Wired- “de una decisión intencional tomada por un equipo de ingeniería, la cual fue totalmente omitida por el equipo encargado de supervisarla”. De hecho, Google era tan consciente de la recolección de datos privados que, según Wired, “los ingenieros incluso transfirieron la información a una instalación de almacenamiento en Oregon“.
El documento ataca directamente el principal argumento de defensa de Google: que no fue un acto deliberado, sino de un hecho aislado que sus ejecutivos no pudieron impedir. En esa dirección, la compañía reveló este martes declaraciones juramentadas de algunos de sus ingenieros , en las cuales niegan haber conocido que los carros de Street View obtenía la información privada:
No sabía que los equipos de Wi-Fi instalados a bordo de los vehículos de Street View podían obtener tráfico de las redes, o que el equipo fue programado para obtener tráfico de las redes Wi-Fi abiertas. Estoy consciente de que el ingeniero responsable que escribió el […] software que se usa en los carros de Street View preparó un documento del diseño del proyecto, pero no recuerdo haberlo leído. No fue sino hasta mayo de 2010 que supe que el tráfico de las redes Wi-Fi era obtenido por los vehículos de Street View.
A pedido de las autoridades de algunos países, Google borró parte de la información que recogió de esa manera. Eso ocurrió específicamente en el Reino Unido. Sin embargo, la ICO confía en que, aunque los datos en bruto ya no existen, los registros de lo que se hizo aún estén disponibles para la investigación.
Hola busco una mujer
Hola busco una mujer