Un hallazgo investigativo tiene preocupado al mundo de la tecnología, especialmente de las redes sociales. Luego de que una adolescente de 14 años se quitara la vida en Reino Unido, la investigación habría determinado que las redes sociales tuvieron un poco de culpa en su suicidio.
La joven identificada como Molly Russell se quitó la vida en el año 2017. Sin embargo, su caso ha regresado a los titulares debido a que tres años después se han hecho públicos los resultados de las investigaciones. El Dr. Navin Venugopal, psiquiatra involucrado en la investigación, sostuvo que el contenido “muy perturbador” con el que Molly se había involucrado “ciertamente la afectaría y la haría sentir más desesperada”. El contenido al que se expuso Molly eran publicaciones relacionadas con las autolesiones.
Tan solo en los 6 meses antes de quitarse de la vida, la adolescente había dado ‘Me gusta’ a más de 11.000 publicaciones de Instagram de este tipo. De igual manera, accedió a contenido similar en Pinterest donde vio al menos 15.000 publicaciones durante los seis meses. Dicha cantidad extrema de contenido habría influido en la decisión de Molly.
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En medio de las investigaciones, el psiquiatra dijo: “Este material parece idealizar, exaltar y tomar el tema de la autolesión, quitarlo de la realidad y hacerlo parecer casi irreal, quitarle a estos terribles actos cualquier tipo de consecuencia.” Luego de ello, el forense le preguntó: “Usted ha mirado el material, ¿cree que el material que vio Molly tuvo algún impacto en su estado de ánimo?”. A lo que Venugopal respondió que él tuvo que mirar parte de dicho material y “hubo períodos en los que no pude dormir bien durante algunas semanas, así que teniendo en cuenta que la niña vio esto durante un período de meses, solo puedo decir que estaba [afectada], especialmente teniendo en cuenta que estaba deprimida”.
Los ejecutivos de Pinterest e Instagram fueron llamados a participar de la investigación para rendir declaración. En medio del proceso, ambas compañías admitieron su culpa en el suicidio de la menor. Argumentaron que, efectivamente, la adolescente no debería haber podido tener acceso a este tipo de contenido y ofrecieron disculpas por sus fallas.
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