2024 no parece iniciar mejor para X (que todavía sigue siendo Twitter para la enorme mayoría de personas). Fidelity, la compañía de fondos mutuos, presentó la valoración de su inversión en X Holdings (la compañía de Elon Musk hermana de X/Twitter) con la noticia de que hoy es de 71.5% frente al valor original de las acciones cuando se adquirió la empresa.
Dicho en otras palabras: el valor de Twitter sigue cayendo.
De acuerdo con los reportes, Fidelity gastó $19.2 millones de dólares en octubre de 2022 para participar en la compra de X/Twitter. La noticia es grave para la compañía considerando que en octubre de 2023 la empresa ya reportó que el valor de las acciones había caído un 65%. El reporte actual reduce todavía más el valor de la empresa.
X/Twitter está ‘roto’ ¿De quién es la culpa?
Las dudas sobre el estado actual de la compañía deberían llegar sin sorpresa a cualquier persona que haya estado atento a las noticias en 2023. Desde que Elon Musk tomó control la red social ha tenido varios cambios, la mayoría de ellos con un impacto negativo en la reputación, ingresos o calidad de la plataforma.
El principal problema actual de X/Twitter está en el éxodo de compañías que pautaban dentro de la red social. La salida de estos ingresos tiene varías causas: la nueva política de verificación de X/Twitter, la nueva manera en la que la red social presenta publicaciones priorizando los perfiles pagos, el regreso de figuras polémicas (entre los que se encuentran nacionalistas y figuras que promueven teorías conspirativas) e incluso comentarios antisemitas por parte de su fundador.
Como resultado marcas como Apple, Comcast/NBCUniversal, Disney, Warner Bros. Discovery, IBM y Paramount Pictures han anunciado la suspensión de sus campañas de publicidad dentro de la red social.
Tampoco ha ayudado el que Musk sea una figura polémica y que de manera pública haya retado a las compañías que han dejado de pautar. Quizás uno de los momentos más icónicos de la crisis actual de la red social en 2023 fue cuando el dueño de la empresa aseguró (frente a un panel compuesto por representantes de estas mismas empresas) que se ‘podían j*der’ y que él no cedería a chantajes, solo para segundos después confesar que la salida de estas mismas marcas terminaría por matar a Twitter.
De acuerdo con un reporte por el New York Times, el boycot de anunciantes le iba a costar a Twitter/X cerca de $75 millones de dólares a la red social.
No es un problema menor, aunque las voces dentro de la red social intenten minimizar el impacto. Poco antes del boicot la actual CEO de Twitter/X, Linda Yaccarino, aseguró que la plataforma estaba en un buen camino a monetizar sus servicios y que la compañía sería rentable en 2024… una meta que parece cada vez menos probable considerando la relación actual entre la compañía y sus anunciantes.
Imágenes: Foto de Marten Bjork en Unsplash
