La historia de Amelia Earhart es tan emocionante como desconcertante. Ella fue una aviadora de Estados Unidos que se hizo famosa por ser pionera en este campo, además de haber logrado el primer récord de altitud al volar a 14.000 pies de altura.
Pero más que sus logros, su fama radica sobre en su extraña desaparición en el Océano Pacífico al intentar el primer viaje aéreo alrededor del mundo sobre la línea ecuatorial. Su desaparición en la última etapa de una vuelta al mundo sigue siendo un misterio, ya que nadie sabe ni dónde ni por qué cayó el avión ‘Lockheed Electra 10E’.
Se han hecho diferentes intentos de búsqueda a lo largo de los años, aunque el más reciente es el de el Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos (TIGHAR, por su sigla en inglés), que reconstruyó las pistas físicas y técnicas sobre el paradero del avión para poder resolver el misterio de una vez por todas, utilizando lo último en tecnología autónoma de búsqueda y de alta definición en alta mar.
Según publicó New Scientist, los submarinos buscarán la nave de Amelia en un espacio de seis kilómetros en el arrecife de coral cerca de la isla Nikumaroro, donde se cree que se estrelló en 1937, después de que una nube cubriera el cielo y ella enviara mensajes en código Morse en los que le decía al guardacostas que estaba perdida.
Por medio de un correo enviado desde el barco de TIGHAR, el Ka’Imikai-o-Kanaloa abreviado ‘K-O-K’, Rick Gillespie -director ejecutivo de TIGHAR- comentó que el grupo ha modelado las características de las ondas de radio de 120 mensajes para resolver su procedencia. El equipo estima que 57 de ellas proceden del mismo lugar, y el rastreo sugiere el Electra posó en Nikumaroro. La teoría de Gillespie sugiere que el avión aterrizó, pero que las olas finalmente lo consumieron.
En el K-O-K hay un submarino autónomo (AUV) que llevará a cabo una búsqueda a más de 1.500 metros de profundidad, utilizando un sonar para generar una imagen acústica de alta resolución del fondo del mar. El submarino será operado por control remoto y está equipado con cámaras de video alta definición. “El AUV será nuestra principal herramienta de búsqueda“, comentó Gillespie.
“Los submarinos utilizan un láser para establecer su ubicación sin GPS, y luego una superficie a un costado del barco carga las imágenes a través de Wi-Fi“, comentó Griffiths Gwyn, jefe de tecnología en el Centro Nacional de Oceanografía de Southampton, Reino Unido.
Las tecnología de estas cámaras fueron cruciales en dos misiones dirigidas por David Gallo. Una de ellas hizo el mapa de la esfera de los desechos marinos del Titanic en 2010, mientras que la otra encontró los restos del avión de Air France en 2011.
Habrá que esperar para ver si este trabajo sale victorioso y así se concluye el misterio del paradero del Electra y la última morada de Amelia.