Si el mundo llegara a su fin, sin duda, yo preferiría que fuera por culpa de muertos vivientes chupasangre y tragacerebros. En parte, esto se debe a George A. Romero (el padre de los filmes sobre zombis) y a la saga de ‘Resident Evil’, principalmente por sus primeras entregas.
Un pequeñuelo
Recuerdo que cuando salieron los ‘Resident Evil’ 2 y 3, yo era muy miedoso para jugarlos. Me encantaba, eso sí, ver jugar a mi primo con el que comparto mi segundo nombre. Es raro. Ver jugar a alguien no parece muy excitante a priori, pero yo lo prefería ante ese tipo de géneros. Tal vez no quería sentir el susto en carne propia; no saber qué esperpento saldrá al voltear por un callejón o escuchar un ruido inesperado que te enfriaba el alma.
Esas largas horas en las que veía a mi primo por las noches repartir bala con Leon a cuanto Licker salía, o huir con Jill del maldito Némesis, me convirtieron en un fanático de este tipo de videojuegos. Más adelante aprendí a enfrentar mis miedos y cogí al toro por los cachos.
Grandes horas de diversión he pasado con juegos como ‘Resident Evil’, ‘Condemned’, ‘F.E.A.R.’, ‘Dead Space’, ‘Fallout’ y ‘Silent Hill’. Con el que nunca pude y nunca podré fue con el inhumano ‘Fatal Frame II: Crimson Butterfly’. ¡Qué cosa tan brava, hermano!
Con ustedes, ‘Dying Light’
Un juego que promete mucho en el género survival-horror (del que les hablamos a principios de año) tiene sus primeros 20 minutos de gameplay al aire para que se antojen a comprarlo cuando salga para las consolas de última generación y PC el 27 de enero.
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