puede declarar una primera victoria contra lo que ellos han denominado ‘la adicción a los videojuegos’. Después de que el año pasado el país endureciera su legislación para garantizar que los menores de edad solo pudieran jugar un mínimo de tres horas a la semana un estudio ha reportado un efecto ‘positivo’, con una reducción significativa de los jóvenes gamers y las horas jugadas.
Esta semana la firma de investigación CNG, en conjunto con la el Grupo Comité de la Industria de los videojuegos en China, publicó un reporte en el que se concluye una reducción a la ‘adicción a los videojuegos’ en las personas menores de 18 años. De acuerdo con el documento, más del 70% de los niños, adolescentes y jóvenes del país juegan menos de tres horas a la semana. El documento tiene una frase interesante, al encontrar estos resultados como “un paso adelante frente a la resolución” de eliminar este ‘problema’.
En 2021 las nuevas normas del país establecieron que las personas menores de 18 años solo podían jugar los viernes, sábados, domingos y los festivos por un periodo máximo de una hora por día y solo dentro de las franjas horarias de 8 a 9 de la noche.
La información de este reporte coincide con otros datos y estudios posteriores a la nueva normatividad. Por ejemplo, un reporte de la firma de análisis Niko Partners encontró que el porcentaje de ‘gamers jóvenes’ se redujo a un 40% de la población, en comparación con el 49% antes de la nueva normatividad.
Te puede interesar: China tuvo acceso a datos de usuarios de Estados Unidos por medio de TikTok
La mayoría de analistas ven estos movimientos como algo positivo para la industria. El hecho de que las normas estén cumplan su objetivo significa que la industria de los videojuegos puede ser más aceptada dentro de la dura legislatura China.
De hecho, el reporte señala como algunas de las mayores compañías desarrolladoras de videojuegos en China se han concentrado en apoyar al gobierno del país con mecanismos que garanticen que los menores de edad no pueden jugar más del tiempo permitido. Tencent y NetEase, por ejemplo, utilizan tecnologías como reconocimiento facial para determinar si la persona que está jugando es, en efecto, un adulto y de esa manera limitar su acceso.
China también tiene control de la lista de juegos que entran al país. En China todo videojuego debe ser aprobado si quiere ser publicado y comercializado. El año pasado, en un signo de mayor dureza, el país congeló durante la primera mitad del año la aprobación de cualquier juego, solo retomando la entrada de juegos hasta abril de 2022. De manera curiosa Tencent, a quien mencionamos antes por ser una de las grandes compañías chinas que están siguiendo la línea del país, no ha tenido ningún juego aprobado en este periodo.
Los resultados positivos de la normatividad pueden permitir en un futuro que la entrada de juegos sea mucho más laxa y rápida, al menos para los desarrolladores dentro del país. China mantiene un control estricto con los contenidos que vienen del exterior y en el caso de los videojuegos la mirada que pone el gobierno es todavía más dura.
Imágenes: Foto de Ketut Subiyanto