La inteligencia artificial ha logrado inmiscuirse en todos los sectores, ni lo videojuegos se salvan. Decart, desarrolladora israelí anunció el lanzamiento del primer videojuego creado completamente con inteligencia artificial (IA). Se trata de Oasis, un juego que a muchos les ha recordado a Minecraft.
Este nuevo videojuego utiliza la inteligencia artificial (IA) avanzada para generar entornos completamente dinámicos. A diferencia de los juegos tradicionales que dependen de motores de diseño o gráficos preconfigurados, Oasis genera sus mundos en tiempo real, adaptándose de manera continua a las acciones del jugador. Cada sesión es una experiencia única e irrepetible, pues los escenarios no son permanentes ni replicables, algo realmente innovador.
Eso sí, las comparaciones con Minecraft son inevitables. Ambos juegos priorizan la libertad del jugador y la capacidad de transformar su entorno. En Minecraft, los jugadores exploran mundos generados por algoritmos tradicionales, donde los cambios realizados permanecen en el tiempo, creando universos persistentes y compartibles entre usuarios. Por su parte, Oasis va más allá, utilizando IA para diseñar cada elemento del entorno a medida que el jugador avanza. Este enfoque elimina la necesidad de programación previa, pero también significa que los mundos desaparecen una vez que la sesión termina.
Las diferencias entre ambos títulos son marcadas:
Generación del mundo:
Minecraft utiliza algoritmos clásicos para crear mapas, mientras que Oasis se basa en modelos de IA que reaccionan en tiempo real.
Persistencia: los universos en Minecraft son duraderos, permitiendo a los jugadores construir a largo plazo. En Oasis, los cambios son efímeros y no se guardan.
Accesibilidad: Minecraft es multiplataforma y compatible con dispositivos de todo tipo. Por otro lado, Oasis requiere servidores especializados y hardware avanzado, como GPUs de última generación, lo que limita su acceso a un público más reducido.
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A pesar de sus limitaciones, como su alta demanda tecnológica y la falta de persistencia en los mundos creados, Oasis destaca como un ejemplo del potencial de la IA para transformar el desarrollo de videojuegos. Al eliminar motores de diseño tradicionales, reduce los costos y permite la personalización absoluta, adaptándose en tiempo real a las decisiones de los usuarios.
Por otro lado, su enfoque efímero plantea preguntas sobre cómo los jugadores conectan emocionalmente con mundos que no pueden conservar ni compartir. En contraste, Minecraft ha demostrado que los universos persistentes fomentan comunidades sólidas y creatividad a largo plazo.
Aunque no busca reemplazar a Minecraft, Oasis ofrece un futuro interesante para los videojuegos, donde la inteligencia artificial no solo complementa, sino que redefine completamente la experiencia interactiva. Este modelo podría sentar las bases para nuevas formas de entretenimiento digital, donde cada jugador explore un universo diseñado exclusivamente para él.
Imagen: Decart