Nada bueno puede durar por siempre y esta semana los usuarios de Game Pass han recibido un golpe bastante bajo en su bolsillo. No, no estamos hablando del incremento de precio en la versión de Game Pass Ultimate (aunque sin duda esto no ayuda): es la decisión de Microsoft de eliminar los juegos desde el día uno de su versión más económica del servicio de suscripción.
La manera en la que Xbox manejó el cambio tampoco fue la más elegante. La compañía anunció el cambio al mismo tiempo que reveló que su versión de Game Pass para consola sería descontinuada. Para muchos el cambio no tenía mucho sentido ¿por qué eliminar la versión de Game Pass que no solo es más económica, sino que además está disponible en el hardware insignia de la compañía?
La respuesta es sencilla: en adelante Game Pass para consola será reemplazado por ‘Game Pass Standart’ una versión que permitirá tener acceso a la librería de juegos de Xbox y EA en consola, además de los servicios en línea… pero perdiendo la capacidad de jugar los títulos ‘disponibles desde el día 1’.
Game Pass sin juegos del día 1 tiene poco… o nada de sentido
Comencemos por el hecho de que tener Game Pass hasta el momento era una de las opciones más lógicas para jugar en consola. La realidad de cualquier adulto contemporáneo capaz de poder invertir en una Xbox de última generación es que no hay el tiempo o los recursos para invertir en cada nuevo lanzamiento. Más importante, hay ciertos títulos que funcionan como experiencias de una sola vez y después no tiene mucha gracia volver a jugarlos.
La opción de ‘Disponible desde el día 1’ en Game Pass tenías sentido porque permitía a estos jugadores el hacer una inversión inteligente con su dinero: en vez de invertir $200.000 pesos o más en un juego que quizás iban a jugar una vez o que no los iba a convencer les hacía la promesa de pagar una decima parte de este valor con la promesa de que el juego no iba a ser suyo, podía ser removido en cualquier momento y estaba sujeto a que mantuvieras la suscripción activa. De hecho, era probable que incluso con Game Pass el tiempo real que invirtieras en estos ‘juegos de día 1’ fuera mínimo.
El problema está en que con los cambios más recientes de Game Pass la matemática cambia. Si adquieres la versión Standart estás pagando $20.000 pesos al mes para tener acceso a servicios en línea y un catálogo de juegos que no siempre es estelar.
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Tu otra alternativa es pagar $40.000 pesos (el doble) para tener acceso a estos nuevos juegos desde el día 1, con el extra de poder jugar en PC si te interesa… pero si tienes una Xbox de última generación no tiene mucho sentido tener este acceso extra.
De hecho, con lo que inviertes en 4 meses de Game Pass Ultimate puedes usualmente comprar un juego nuevo… ¿Es la cantidad de tiempo que inviertes con el plan un reflejo de esta inversión? Con el nuevo modelo la mejor manera de mirar el servicio es como hoy hacemos con Netflix: ¿vale la pena pagar esta cantidad por un servicio que quizás utilices 4 veces al mes? ¿Es mejor cancelar y esperar al lanzamiento de un juego importante para comprarlo? ¿Pero si haces esto no es simplemente mejor guardar ese dinero y comprar el videojuego en cuestión?
Game Pass ha perdido una de sus mejores opciones… y ahora mismo ya no es tan clara la respuesta a la pregunta de: ¿vale la pena comprarlo?
Imágenes: Xbox