El lavado de activos continúa representando una amenaza creciente en Colombia, y sus métodos son cada vez más sofisticados. Según datos de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), anualmente se reportan cerca de 600 alertas de operaciones sospechosas relacionadas con esta actividad ilícita.
Un ejemplo reciente es el caso de la cadena de restaurantes Sushi Market, que fue objeto de un allanamiento debido a una supuesta conexión con el narcotráfico. Este incidente es un recordatorio de que ninguna empresa está exenta de verse involucrada, aunque sea indirectamente, en esquemas de lavado de dinero.
Santiago Hernández, CEO de Tusdatos.co, una startup especializada en validación y cumplimiento, enfatiza la importancia de conocer las prácticas de lavado para proteger a las empresas. “Es vital identificar a tiempo cómo operan estas actividades para implementar medidas preventivas que eviten poner en riesgo la operación y la reputación del negocio”, dice Hernández.
Aquí presentamos las seis técnicas más comunes de lavado de dinero en Colombia y cómo detectarlas para prevenir que su empresa sea utilizada con fines ilícitos.
Compra, venta y construcción de propiedades
La inversión en bienes raíces es una de las estrategias más frecuentes para lavar dinero. A través de la compra y venta de inmuebles —incluidos hoteles y edificios comerciales— los delincuentes pueden justificar ingresos aparentemente legítimos. Los hoteles, por ejemplo, son propicios para este fin ya que pueden registrar un alto volumen de ingresos como resultado de la afluencia de turistas. Hernández explica que estas transacciones repetidas pueden ocultar fondos ilícitos al generar ganancias “legales”.
Uso de negocios de antigüedades, joyas y arte
Las empresas que manejan bienes de difícil valoración, como antigüedades, joyas y obras de arte, son especialmente vulnerables al lavado de activos. Debido a la dificultad para determinar el valor exacto de estos artículos, es posible que los registros se alteren para inflar o reducir los montos de las transacciones. Esta práctica permite a los delincuentes justificar el ingreso de recursos ilegales como si fueran producto de operaciones comerciales legítimas. Hernández advierte que estos bienes, además, pueden ser transportados y comercializados en mercados internacionales, facilitando así su venta y circulación.
Sobrefacturación y subfacturación en comercio exterior
Las operaciones de importación y exportación también son un canal común para el lavado de dinero, aprovechando la sobrefacturación y subfacturación. Esta práctica permite transferir grandes sumas al extranjero bajo la apariencia de pagos comerciales. En algunos casos, empresas legítimas aceptan mezclar capital ilícito con recursos legales para facilitar el proceso. “A través de este método, los lavadores logran ocultar el origen del dinero bajo el manto de una operación comercial legítima”, comenta Hernández.
Inversión en empresas en crisis
Las empresas en problemas financieros son objetivos ideales para los lavadores de dinero. Estos delincuentes ofrecen inyecciones de capital en momentos críticos, presentándose como inversionistas legítimos. Una vez el dinero entra en la compañía, se mezcla con ingresos legales, facilitando su integración en el sistema financiero formal. Hernández menciona que este tipo de inversión puede estabilizar financieramente a la empresa a corto plazo, pero compromete su estabilidad a largo plazo y daña su reputación.
Exportaciones ficticias
En operaciones de lavado de dinero a gran escala, la creación de exportaciones ficticias es una práctica común. Esta técnica consiste en registrar ventas al extranjero que en realidad no ocurren o inflar el valor de las exportaciones. Así, se justifica el ingreso de grandes cantidades de dinero en las cuentas de la empresa bajo el pretexto de transacciones internacionales. Esta modalidad permite a los lavadores operar en el sistema financiero formal sin levantar sospechas.
¿Qué tener en cuenta para no caer?
Para evitar que su empresa se vea involucrada en actividades de lavado de dinero, Hernández sugiere implementar las siguientes medidas:
Conozca a sus clientes y proveedores: Realice un análisis detallado de los antecedentes económicos y legales de sus socios comerciales a través de un proceso de “Know Your Customer” (KYC) para minimizar riesgos.
Verifique a los proveedores de productos sensibles: Si su negocio importa mercancías susceptibles de ser utilizadas con fines ilícitos, asegúrese de que sus proveedores cumplan con todos los requisitos legales y mantenga un control sobre los bienes que ingresan.
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Establezca políticas claras de manejo de ingresos y capital: Defina y documente políticas rigurosas sobre la recepción de dinero, devolución de productos y control de divisas para garantizar la transparencia de las transacciones.
Realice controles regulares de transporte: Si su empresa opera en el sector de transporte, lleve un registro detallado de usuarios y monitoree sus operaciones regularmente para evitar el uso de sus vehículos en actividades ilegales.
Monitoree la cadena de distribución: Haga un seguimiento exhaustivo de franquicias, intermediarios y beneficiarios finales para identificar cualquier actividad sospechosa.
Implante un sistema de gestión de riesgos: Un sistema de gestión de riesgos robusto permite detectar y mitigar las amenazas de lavado de dinero al interior de la empresa, estableciendo normas claras y aplicables.
Imagen: Andrzej Rostek