Trabajar de manera remota no son las vacaciones en el hogar que muchos creen. Hay nuevas situaciones de estrés que llegan cuando el jefe está detrás de una pantalla de Zoom o un correo electrónico. Por ejemplo, El feedback organizacional positivo consiste en generar espacios de retroalimentación dentro de las empresas mediante el diálogo. Se trata de una herramienta que posibilita reconocer las fortalezas de todo el personal y buscar soluciones para fortalecer aquellos aspectos a revisar.
Existen circunstancias, como el aumento del trabajo remoto, que impuso la pandemia, que pueden sentirse como amenaza para esta metodología de intercambio. Sin embargo, es posible desarrollar una serie de estrategias que permitan su aplicación en otros escenarios.
A continuación, hacemos un breve repaso por distintas técnicas que posibilitan un feedback positivo en situaciones de trabajo remoto.
Apelar a la retroalimentación
Antes de continuar, cabe establecer qué es el feedback 360: se trata de una metodología en la cual todos los colaboradores pueden evaluar a los demás. Así, quitar el formato verticalista de la conversación jefe-trabajador fortalece la retroalimentación entre todas las áreas de trabajo.
Por esta razón, es importante generar instancias en el trabajo remoto que superen la transmisión unilateral. Ya sea mediante la creación de calendarios compartidos o meetings virtuales, por ejemplo, la diversidad de voces posibilita el crecimiento de las organizaciones.
Por otra parte, es aconsejable que los líderes y directivos de la organización expongan sus propias inquietudes, propuestas y apreciaciones. De esta manera, pueden abrir diálogos y motivar a los trabajadores a tomar una actitud participativa.
Definir mecanismos de comunicación
Ya sea que la incorporación del trabajo remoto se haya planificado o sea impuesta por circunstancias externas, es clave establecer las formas de comunicación en adelante. Además de asegurar un flujo comunicativo, posibilita que los colaboradores sepan que cuentan con apoyo.
Establecer las pautas o recursos de contacto permite, por otra parte, evitar la dilatación de una conversación y los vacíos de información. En ese sentido, es importante pensar estrategias para lograr un trabajo colaborativo similar al que posibilita el contacto cotidiano.
Aprovechar los recursos tecnológicos
Existen algunas herramientas que posibilitan el flujo comunicativo y su consecuente retroalimentación. Contar con un software de feedback continuo, por ejemplo, ayuda a automatizar algunos procesos y respuestas, con el fin de mantener un diálogo constante.
Para fortalecer el trabajo en equipos, también resulta de gran ayuda compartir calendarios en línea o utilizar redes sociales internas, entre otros recursos. Frente al gran obstáculo del trabajo remoto, que es el rendimiento del tiempo, la tecnología ayuda a optimizar los procesos.
También existen herramientas interactivas que son de gran utilidad, como las encuestas breves de satisfacción laboral o los programas de gestión compartida.
Aplicar dinámicas lúdicas al feedback positivo
Otra estrategia que gana popularidad en la instalación del trabajo remoto es la gamificación. Considerando que sin la presencialidad es poco probable lograr generar pausas activas, las dinámicas lúdicas son grandes aliadas para la distensión de los colaboradores.
En este sentido, muchas herramientas digitales resultan de gran ayuda para generar un aspecto de juego y, al mismo tiempo, lograr un constante feedback. Un ejemplo son las aplicaciones de recompensas virtuales por tareas realizadas o resultados positivos.
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