Colombia cruzó una línea que parecía lejana hace apenas unos años: en 2024, los créditos digitales superaron la barrera de los $12 billones, según la Superfinanciera. El dato marca un crecimiento del 48 % frente al año anterior y, más allá de la cifra, refleja una revolución financiera silenciosa que ya está en marcha.
Este auge tiene nombre y apellido: tecnología y consumo joven. Impulsados por herramientas como el BNPL —“Compra ahora, paga después”— los colombianos, en su mayoría menores de 35 años, están dejando atrás el efectivo para abrazar modelos de crédito inmediato, digital y personalizado.
DataCrédito Experian reporta 7,7 millones de cuentas activas en créditos digitales, con obligaciones por $2,5 billones. El saldo promedio es de $672.000, y la cuota mensual ronda los $174.000, lo que muestra que este modelo no es solo para grandes compras sino para el día a día.
Fenalco también ha puesto el foco en esta transformación. Más de 2.500 comercios que han adoptado estos sistemas reportan aumentos del 30 % en sus ventas. Y no es casualidad: plataformas como Mercado Libre o Falabella ya ofrecen crédito al momento del pago. Comprar un televisor o un computador con un clic, sin tarjeta de crédito, es cada vez más común.
Te puede interesar: ¿Cómo pagar los peajes con Nequi y Gopass y evitar filas?
Detrás de esta transformación hay un ecosistema Fintech que no para de crecer. De las 346 compañías activas en Colombia, más del 35 % ofrece servicios de financiamiento digital. Los productos van desde microcréditos por $50.000 hasta préstamos de $800 millones, con plazos de un mes a 15 años. Crédito para todos, desde emprendedores hasta familias que necesitan financiar electrodomésticos o matrículas.
Entre los protagonistas del sector destaca Kuenta.co. Fundada en 2019, ha procesado más de 200 mil solicitudes y desembolsado unos $13.000 millones. Pero lo más relevante no es la cifra, sino el impacto: el 55 % de sus créditos han sido parte de programas gubernamentales orientados a combatir el gota a gota y otras formas de crédito informal.
“Ya estamos en Perú y pronto abriremos operaciones en Brasil y México”, dice Juan David Villa, director de Crecimiento de la compañía. Su plataforma integra todo el ciclo del crédito digital —desde la validación de identidad hasta la administración de cartera— usando Inteligencia Artificial. Una solución completa para comercios de motos, inmobiliarias, clínicas, universidades y grandes superficies.
Este modelo no solo aumenta las ventas, también reduce riesgos, elimina trámites y democratiza el acceso al financiamiento. Es, en esencia, un nuevo sistema financiero que crece al margen de la banca tradicional y que responde a una sociedad móvil, digital y cada vez más exigente.
Colombia está viviendo un cambio profundo en su relación con el dinero. El crédito dejó de ser un privilegio bancario para convertirse en una herramienta de inclusión y desarrollo. Con jóvenes como protagonistas, Fintech como aliadas y comercios como canales, el país avanza hacia un modelo más ágil, transparente y accesible.
El récord de los $12 billones no es el punto final. Es apenas el comienzo de una nueva etapa, donde el crédito digital será clave para dinamizar el consumo, cerrar brechas históricas y dejar atrás la informalidad. Y sí, el efectivo comienza a parecer cosa del pasado.
Imagen: Archivo ENTER.CO