Las ondas hertzianas vs. la TDT: la radio durante el mandato de Molano

Radio
La radio: gran olvidada.

Radio
La radio: gran olvidada.

Por Catalina Ceballos Carriazo*

Sale Diego Molano del MinTIC. Al menos así lo venden los medios: yo digo que se va por que ya cumplió su ciclo, y eso de quedarse cuando uno ya ha hecho mucho puede convertirse en hacer poco.

Trabajé con él, no de primera mano pero sí de segunda, y por eso me sorprendió ver que el informe que hacen en el micrositio de logros no resalte las conquistas de la radio y la televisión pública.

Porque son de él; al menos, lo fueron durante su mandato. Con su aval como presidente de la Junta Directiva de RTVC se sacaron adelante los contenidos, y no solo la infraestructura, de la radio y televisión pública.

En el año 2010 la radio pública contaba con un presupuesto para dos emisoras y todo el componente de memoria con 2.000 millones. Para el 2014, gracias al aval de su Junta Directiva, se aprobaron 5.900 millones.

Esto se hizo bajo el entendido que era un inversión para fortalecer su funcionamiento, aumentar las horas al aire en vivo y así ser más competitivos. Se pasó de 13 horas a 17, luego a 19 y finamente a 24. Pero hoy se volvió a las 13 horas diarias y al reencauche. ¿Por qué? Porque no les dieron los mismos recursos. No volvieron a apostarle.

En esos mismos años se pasó de un presupuesto de 7.000 millones para la ampliación y mantenimiento de la red de radio a un presupuesto de 13.000 millones.

En ese periodo –entre 2010 y 2014–, la Fonoteca de Radio, ese lugar donde se conservan los archivos con la historia de 75 años de radio pública, recuperó más de 12.000 documentos cada año y se posicionó como la mejor de América Latina.

El año pasado se invirtieron 2.000 millones para gestionar, poner a funcionar y montar estudios en Manizales, Bucaramanga y Medellín. Se logró que de verdad sonara una radio que incluyera diferentes acentos y todos los sonidos que en el país tenemos.

Se logró organizar, producir y montar un Concierto Radiónica, que arrancó con 1.500 personas en su primera versión en 2010 y terminó en el año 2014 haciéndose en tres ciudades de manera simultánea, con streaming y 90% de artistas colombianos.

Durante ese período de tiempo se logró mantener la neutralidad en la forma y el fondo de los contenidos frente a los vaivenes políticos y jefes de prensa del Gobierno. La radio pública se logró posicionar en un mundo radial donde lo que prima es el ECAR, el ajusticiado de turno y el patrocinador más poderoso.

Lejos de eso: la televisión y la radio pública están para innovar, para llevar contenidos cálidos, respetuosos, incluyentes y que representen la diversidad de un país como Colombia.

En el año 2010, Radiónica en Medellín tenía 3.000 oyentes, y en el año 2014, 19.000. Seguramente esto, para los ‘Julitos’, es un alfiler en un pajar, pero para la radio pública, que con 3.000 millones anuales pagaba la producción y realización de dos emisoras nacionales al año, resulta un logro. Un gran logro.

Lamento que la vara para medir a la radio pública sea la W o Blu Radio

Lamento que el Ministro no lo vea así. No entiendo por qué decidió recortar el presupuesto y pensar que la radio pública debe buscar un modelo económico sostenible. Querer comercializar a punta de venderles espacios a las entidades del Estado garantiza mucho programa de parte del Procurador, del Fiscal o de algún ministro, y poca programación cultural y educativa.

Lamento que la vara para medir a la radio pública sea la W o Blu Radio, sin considerar que es la única oferta radial en El Carmen (Santander) o en el Valle de Guamuez (Putumayo). O que es el único medio que cubre cada año cerca 130 actividades culturales de nuestra entraña: desde el destacado Festival Vallenato, hasta el Festival de Tambores de Ovejas (Sucre) y el de Jazz en Nariño. O que el único medio del Estado que tiene un cubrimiento poblacional del 82% del país.

Eso, señor ministro, es un logro. Seguro David Luna lo continuará, no me cabe la menor duda: conozco su interés y especial cariño por la radio pública.

¿Qué queda para que haga Luna? Creo que debe promover una ley para la radio pública. Una ley que le dé igualdad de condiciones frente a las radios privadas, que dé la posibilidad de tener frecuencias por todo el país. Una ley que le permita contratar a las mejores voces, a los más punzantes conocedores para los micrófonos. Una Ley de Radio, por favor, es lo mínimo.

Lamento que el ministro Molano proyectara que lo que importa son las antenas, las redes, la TDT y el DTH. Estoy segura del potencial que existe en esta red, no de antenas sino de contenidos. Una red que puede lograr que los colombianos nos identifiquemos y nos sentamos bien representados. Una red que puede hacerles frente a las novelas que enaltecen el mundo ‘mágico’ de la mafia, o al matoneo adolescente de las radios juveniles.

__
*Es antropóloga, especialista en consecución de recursos. Lleva 18 años liderando proyectos culturales y mediáticos, 12 de ellos en el sector público. Fue subgerente de radio en RTVC entre 2010 y 2014. @catalizate. Puedes leer las demás opiniones sobre el período de Diego Molano Vega en este enlace.

Imagen: BrAt82 (vía Flickr).

Colaboradores ENTER.CO

Colaboradores ENTER.CO

Muchos periodistas y blogueros de Colombia, Latinoamérica y España colaboran esporádicamente con ENTER.CO, aportando su conocimiento y puntos de vista frente al acontecer tecnológico y de Internet.

View all posts

4 comments

Archivos