Muchas veces, el principal obstáculo para poner a andar una idea es la falta de financiación. Este es un problema especialmente cuando se trata de emprendedores novatos, o de iniciativas que no necesariamente prometen mucha rentabilidad –como los proyectos sociales–. Lo paradójico es que el dinero está allí afuera: decenas de instituciones públicas, privadas o de caridad, nacionales o internacionales, están muy dispuestas a poner recursos si el objetivo del proyecto está sintonizado con sus intereses. Innpactia nació como un punto de contacto entre los unos y los otros.
El objetivo, según Juan Carlos Lozano, uno de sus cofundadores, es “democratizar el acceso a las propuestas”. En su sitio web, Innpactia mantiene más de 2.000 propuestas en línea anualmente. Los usuarios pueden consultarlas gratuitamente, pero solo pueden obtener información detallada sobre cómo aplicar con una cuenta premium, que vale 30 dólares al mes.
Pero, por supuesto, los usuarios pueden enterarse de las ofertas y luego buscar más información en Google, sin pagar nada. Y de hecho, Lozano admite que eso es una práctica común, pero asegura que “no es un producto para usuarios particulares, sino para instituciones que buscan financiaciones de 500.000 dólares o más”.
Además de ofrecer acceso completo a las convocatorias, la cuenta premium busca, dice Lozano, “rebajar los costos de adquisición de los recursos” por medio de herramientas que automatizan la gestión, como la elaboración de reportes, o la generación de alertas que avisan a los usuarios cuándo aparece una convocatoria que se ajusta con sus intereses.
En febrero de 2015, la startup tenía 1.500 usuarios registrados, según sus propias cifras. En 2016 espera llegar a los 30.000, de los cuales 900 tienen cuenta plus.
Si quiero recursos, ¿qué debo tener en cuenta?
Según cifras recientes publicadas por la startup, el año pasado la cooperación internacional hizo ofertas de apoyos por valor de 1.055 millones de dólares. Lozano dice que calcular cuánto de ese dinero terminó efectivamente en manos de las iniciativas es muy difícil, pues las convocatorias son manejadas directamente por las entidades que ofrecen el dinero e Innpactia no interviene más en el proceso.
Mucha gente dice que la mayoría de los recursos se terminan perdiendo por la falta de información para solicitarlos, pero Lozano dice que eso no es tan cierto. “Cada vez es menos verdad que la plata se pierda, pero sigue siendo cierto que no se encuentran los mejores donantes con los mejores proyectos”.
La pregunta, entonces, es cómo convertirse en un buen donante. “Hoy se valoran mucho las propuestas que tengan elementos de innovación y sostenibilidad, que los resultados tengan sostenibilidad en el tiempo, y que los proyectos sirvan para crear sinergías entre diferentes sectores y redes”, asegura.
Imagen: FraukeFeind (vía Pixabay)
