La educación infantil en Colombia enfrenta retos que exigen un cambio de enfoque, especialmente cuando se busca cerrar las brechas en el acceso a experiencias de calidad para el desarrollo integral de los niños. En este contexto, surge EduLab 360, un proyecto impulsado por UCompensar que redefine cómo se entiende y se vive la educación inicial.
EduLab 360 es descrito por Andrea Paola Romero Ramos, directora de la Licenciatura en Educación Infantil de UCompensar, como “un espacio universitario único dedicado a la investigación y la práctica de la cultura de la infancia, donde los niños son los protagonistas de su propio aprendizaje”. Este entorno combina teoría y práctica, y está diseñado no solo para beneficiar a la niñez, sino también para transformar la formación de los futuros maestros en Colombia.
El corazón de este espacio es su ecosistema de aprendizaje modular, que fomenta la creatividad y el pensamiento crítico desde edades tempranas. Además integra metodologías STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas), exploración digital, diseño y movimiento creativo, adaptados a las necesidades de la primera infancia. “Queremos que los niños exploren, descubran y se conviertan en agentes activos de su propio desarrollo”, señala Romero.
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Así mismo contempla actividades rectoras de la infancia, como el juego y la expresión artística, proporcionando recursos y herramientas que fortalecen competencias clave, desde habilidades socioemocionales hasta la resolución de problemas.
Por otra parte, en Colombia, no todos los niños tienen acceso a ambientes educativos adecuados, una realidad que EduLab 360 busca transformar. Con este proyecto, UCompensar apunta a “democratizar la educación inicial de calidad”, asegurando que tanto los niños como los maestros en formación puedan acceder a experiencias significativas.
La idea también incluye prácticas pedagógicas sostenibles y accesibles. Romero enfatiza que la innovación no depende exclusivamente de la tecnología de última generación: “Una caja de cartón puede convertirse en una herramienta educativa poderosa si se utiliza con propósito y creatividad”.
Formación docente en un entorno vivo
EduLab 360 no solo se centra en los niños, sino que también prepara a los maestros del futuro con una visión práctica. Este laboratorio ofrece a los estudiantes de pedagogía un espacio flexible para experimentar con métodos de enseñanza, reflexionar sobre distintas estrategias y enfrentarse a situaciones reales de aula.
“Buscamos que los futuros docentes comprendan que la educación infantil es un proceso vivo, que requiere adaptarse a las particularidades de cada niño y contexto”, explica Romero. Con esto, se espera que los egresados lleven estas prácticas innovadoras a escuelas de todo el país.
Otro aspecto destacable de EduLab 360 es su compromiso con el uso responsable de la tecnología en la infancia. A través de la conciencia digital, el programa busca guiar a los niños en el uso de recursos como el metaverso, fomentando la autorregulación y la creatividad en un entorno seguro y supervisado.
En palabras de Romero, “este proyecto es una apuesta por una educación infantil que reconozca las potencialidades de cada niño, brindándoles las herramientas para enfrentarse al mundo con confianza y curiosidad”.
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