El Informe Global “Business Sentiment Navigator”, presentado por Andrés Castillo, CMO de Dentsu Media, revela nuevas perspectivas sobre la confianza y los hábitos de consumo en la economía global. Jóvenes no piensan en la inflación ¿Por que?
Aunque los índices de consumo se han estabilizado tras una época de gasto excesivo, el pesimismo sigue predominando entre los consumidores. A pesar de que algunas economías muestran signos de recuperación y una leve disminución en las tasas de inflación, los consumidores continúan preocupados por la inestabilidad macroeconómica.
Sin embargo, un grupo demográfico se destaca por su actitud diferente: los jóvenes. En medio de un panorama incierto, los jóvenes entre 18 y 24 años parecen ser la excepción, con un enfoque en el gasto inmediato, sin preocuparse tanto por la inflación. Este comportamiento revela un cambio en las prioridades de las generaciones más jóvenes, particularmente en los mercados emergentes.
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Ahora, el crecimiento económico global ha superado las expectativas iniciales durante el primer trimestre de 2024. Este repunte se ha visto impulsado por el buen desempeño de sectores clave como la tecnología y las finanzas, que han resistido a pesar de los retos macroeconómicos. Sin embargo, las tasas de inflación siguen siendo un problema en varias economías avanzadas, lo que afecta el poder adquisitivo de los consumidores. Los bancos centrales, en respuesta, han implementado políticas monetarias restrictivas, enfriando el consumo en general.
A pesar de estos factores, el optimismo en los jóvenes de mercados emergentes contrasta con el pesimismo predominante en las economías avanzadas. Según el informe, los jóvenes en países en vías de desarrollo son casi el doble de optimistas que sus contrapartes en economías desarrolladas.
La actitud de los jóvenes frente al gasto
A diferencia de otras generaciones que tienden a priorizar el ahorro y la planificación a largo plazo, los jóvenes se enfocan en el gasto inmediato y en obtener beneficios a corto plazo.
Este comportamiento se observa con mayor intensidad en los mercados emergentes, donde la falta de oportunidades económicas estables impulsa a los jóvenes a aprovechar el presente. En contraste, las generaciones mayores siguen siendo más cautelosas, preocupadas por el aumento de los precios y la incertidumbre económica a largo plazo.
A pesar de su inclinación hacia el gasto rápido, los jóvenes también muestran una creciente preocupación por temas como la sostenibilidad. Sin embargo, debido a las fluctuaciones económicas y políticas, han empezado a hacer concesiones en sus hábitos de consumo, buscando un balance entre sus ideales y las realidades financieras actuales.
El informe también destaca que la incertidumbre política en diversas regiones está afectando el comportamiento de los consumidores. Las elecciones en países como Estados Unidos han generado una disminución del gasto debido a la incertidumbre sobre el futuro. Un ejemplo es la posible victoria del candidato Donald Trump, que podría desencadenar una guerra comercial con China, lo cual tendría repercusiones en países como México y Colombia, que dependen de acuerdos comerciales con Estados Unidos.
Esta incertidumbre política ha llevado a las marcas a gastar más en publicidad, con la esperanza de influir en la opinión pública. Sin embargo, este aumento del gasto en marketing podría estar contribuyendo a una polarización peligrosa, tanto para las empresas como para los consumidores.
El rol de la tecnología y la IA en el consumo
La llegada de la inteligencia artificial (IA) está cambiando drásticamente el comportamiento de los consumidores, quienes ahora interactúan de manera diferente con las marcas. En lugar de buscar productos y servicios de manera tradicional, las personas están adoptando un modelo basado en preguntas, lo que altera la forma en que perciben el valor de las marcas. Sin embargo, esta evolución tecnológica también está generando ansiedad sobre el impacto de la IA en la vida diaria y en la confianza en las marcas.
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Aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ajustado sus expectativas de crecimiento global, el informe indica una clara desconexión entre el optimismo económico de las instituciones y la percepción de los consumidores. A nivel global, la fidelidad de los consumidores está cambiando, ya que buscan nuevas marcas que les ofrezcan mayor valor a un menor costo.
En conclusión, mientras los jóvenes parecen más enfocados en el presente, gastando de manera inmediata, el panorama económico general sigue siendo incierto, marcado por fluctuaciones políticas, tecnológicas y económicas que seguirán moldeando los hábitos de consumo a nivel global.
