Durante una charla convocada por Colombia Fintech, Hernando Rubio, CEO y fundador de MOVii, y Óscar Cadena, director de asuntos públicos de Nu (Nubank), hablaron sobre los desafíos que enfrenta Colombia en la digitalización y la inclusión financiera. Los expertos hablaron de temas críticos, como la digitalización de pagos y la controvertida tasa de usura, que regula los intereses que las instituciones financieras pueden cobrar. Ambos coincidieron en que, si bien la tecnología y las fintech han avanzado, las barreras regulatorias están frenando la evolución en este sector.Rubio, líder de MOVii, una billetera digital y fintech colombiana especializada en servicios bancarios y pagos móviles, comenzó su charla sobre el problema que parece no tener fin en Colombia, el uso del efectivo. A pesar de los avances tecnológicos, el efectivo sigue siendo el rey en las transacciones diarias. “El verdadero enemigo no somos los bancos ni las fintech, es el efectivo”, comentó Rubio, refiriéndose al hecho de que tanto las instituciones financieras tradicionales como las nuevas están luchando por reducir su uso. Según Rubio, aunque la digitalización ha crecido en los últimos años, el impacto real ha sido mínimo: “En los últimos 10 años, el uso del efectivo en Colombia solo ha bajado del 81% al 78%”, explicó.
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El CEO de MOVii puso como ejemplo el caso de Brasil, donde, gracias a la implementación de Pix, un sistema de pagos digitales interoperable, el uso del efectivo ha caído drásticamente. En solo cinco años, el porcentaje de transacciones en efectivo en Brasil pasó de 75% a sólo 17%. “En Brasil, hasta en las iglesias usan un código QR para las donaciones. Ya no pasan la bolsa, simplemente escaneas y pagas”, comentó Rubio, mostrando cómo la digitalización puede simplificar incluso las interacciones más cotidianas.Rubio explicó que el éxito de Brasil se debe a un sistema de pagos interoperable y abierto, que permite que cualquier persona, desde un comerciante ambulante hasta una gran empresa, pueda recibir pagos de manera digital sin complicaciones. “Lo que necesitamos es un sistema de pagos digital abierto e interoperable en Colombia”, insistió. Según él, un sistema como Pix permitiría que cualquier billetera digital o banco pueda procesar pagos de manera fácil y accesible para todos los colombianos, ayudando así a reducir la dependencia del efectivo.Por otro lado, Óscar Cadena, de Nu, centró su intervención en la tasa de usura, una regulación que, aunque diseñada para proteger a los consumidores, está afectando negativamente el acceso al crédito en el país. La tasa de usura limita el porcentaje de interés que las instituciones financieras pueden cobrar, lo que, según Cadena, está contribuyendo a la exclusión financiera de millones de colombianos. “La tasa de usura está diseñada para proteger a los consumidores, pero lo que realmente está haciendo es arrojarlos a los brazos del gota a gota”, advirtió.El gota a gota, un sistema de préstamos informales, se ha convertido en una opción para muchos colombianos que no pueden acceder al crédito formal. Cadena explicó que, actualmente, uno de cada cinco colombianos ha tenido que recurrir a este tipo de préstamos, y 24 millones de micronegocios han hecho lo mismo.
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“Estamos hablando de intereses anuales que llegan al 800%, una situación que es una verdadera tragedia social”, añadió. El problema es que, con la tasa de usura, las instituciones formales no pueden ofrecer crédito a personas de alto riesgo, lo que deja a millones de colombianos sin opciones más seguras.Cadena sugirió que una posible solución sería flexibilizar o eliminar la tasa de usura, permitiendo que las fintechs y otras instituciones financieras puedan ofrecer crédito a personas que hoy están excluidas del sistema. Puso como ejemplo a Brasil, donde no existe una tasa de usura y las fintech han desarrollado modelos predictivos que, gracias a la inteligencia artificial, ajustan las tasas de interés en función del comportamiento del cliente. “Si pagas tu primer préstamo a tiempo, el siguiente mes te presto más a una tasa más baja. Es así como 40 millones de personas en Brasil han conseguido acceso a crédito”, explicó Cadena.Además, Cadena enfatizó que en países donde se han liberalizado las tasas, el acceso al crédito ha aumentado y la competencia ha ayudado a reducir las tasas de interés a largo plazo. “La competencia es el mejor antídoto contra los abusos. En mercados donde se liberaliza la tasa, al principio puede haber un aumento, pero luego se estabiliza”, comentó.Ambos expertos coinciden en que Colombia necesita un cambio en su regulación financiera para poder avanzar en términos de inclusión y digitalización. Si bien el país ha dado pasos importantes en la adopción de tecnología financiera, las barreras regulatorias como la tasa de usura siguen siendo un obstáculo.
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“Tenemos tecnología, tenemos fintechs innovadoras, pero necesitamos un marco regulatorio que permita a todos participar y competir en igualdad de condiciones”, concluyó Rubio.La clave, según Rubio y Cadena, está en la digitalización, la interoperabilidad y la competencia justa. Sin embargo, para que estas soluciones tengan un impacto real, es necesario que el gobierno y las instituciones financieras tomen medidas concretas que permitan a millones de colombianos acceder a un sistema financiero más inclusivo y moderno.
Imagen: manfeiyang