En los últimos cinco meses, 40 millones de personas se bancarizaron. La pandemia y los primeros subsidios gubernamentales ayudaron a impulsar la bancarización; especialmente, sus servicios digitales. La última investigación realizada por Americas Market Intelligence, en asociación con Mastercard, reveló cómo los bancos, las fintechs y los gobiernos deben hacer un esfuerzo colectivo para consolidar las finanzas digitales que van en crecimiento en la región. Esta conclusión se logró después de entender que a pesar del aumento en los usuarios es necesario “un viaje que evoluciona junto con la vida financiera del consumidor y que hará que los usuarios de la banca digital se incluyan financieramente”, explica el documento.
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Así mismo, se resalta el trabajo que hacen los neobancos y billeteras digitales que han permitido mayor inclusión en Latinoamérica y han permitido mayor competitividad en tarifas y restricciones elevadas, el valor de los productos y servicios al consumidor, y una mayor educación digital y financiera. “La inclusión financiera ayuda a las personas a prosperar proporcionándoles las herramientas necesarias para lograr seguridad financiera, ser más productivos y vivir de manera más estable con vidas saludables y satisfactorias. A largo plazo, puede significar la diferencia entre la prosperidad y la pobreza”, asegura Kiki del Valle, vicepresidente senior para alianzas digitales, América Latina y Caribe, Mastercard.
El ecommerce y los programas gubernamentales: los principales impulsadores de la bancarización
La pandemia ayudó a impulsar la bancarización porque muchos sectores se vieron obligados a adoptar la transformación digital y acelerarla para poder seguir funcionando aún en cuarentena. El estudio de Americas Market Intelligence, muestra que los primeros subsidios gubernamentales han sido fundamentales para el creciente acceso al sistema bancario. El programa Coronavoucher (Brasil), el Ingreso Solidario (Colombia) e Ingreso Familiar de Emergencia (Argentina) forzaron usuarios que previamente utilizaban solo el efectivo a abrir una cuenta bancaria. El estudio afirma que gracias a los programas de beneficios sociales durante el COVID-19, la población no bancarizada en toda América Latina se habrá reducido en un 25 %.
En un segundo plano, la cuarentena cambió los hábitos de consumo de las personas y estimuló el comercio electrónico. Los consumidores latinoamericanos adoptaron rápidamente las diversas opciones de pago dentro de las aplicaciones bancarias y billeteras digitales, como el pago de facturas, el comercio electrónico, las recargas móviles y, especialmente, los pagos de persona a persona, que se han duplicado desde que comenzó el bloqueo. Y, por último, pero no menos importante, la pandemia también está cambiando las actitudes hacia la planificación a largo plazo: el enfoque del ahorro, que tradicionalmente se asocia con la riqueza, se ha extendido a los hogares de bajos ingresos.
Imagen: Rupixan.com (Vía Unsplash).