Manejar efectivo parece seguir siendo una tendencia muy fuerte de los colombianos para realizar sus pagos. A pesar del incremento en la presencia de tecnologías que permiten los pagos electrónicos, parece que aún la sociedad se niega, en gran medida, a usar masivamente estos nuevos medios. Y aunque es innegable que el uso de las transacciones electrónicas ha incrementado, un informe del Banco de la República reveló que aún falta mucho para que la mayoría de los colombianos hagan uso de estas tecnologías.
En su documento ¿Cómo pagan los colombianos y por qué?, el Banco de la República reveló que mensualmente se realizan 1.106 millones de transacciones en áreas urbanas. De estas, 992 millones son en efectivo y solo 23 millones se hacen con tarjetas débito y crédito.
Cultura de consumo
Pero la falta de pagos electrónicos tiene una explicación. Según el documento, los colombianos consideran que los costos de tener una tarjeta es alto, comparado con el pago en efectivo en sus compras. Y la segunda razón es que en gran parte, los posibles compradores electrónicos consideran que adquirir una tarjeta requiere de un proceso complejo.
Sin embargo, la cultura de consumo parece fortalecer la presencia del efectivo. No gastar lo que no se tiene es la primera tendencia, seguida de la desconfianza con las entidades bancarias. Muchos de los que han tenido la oportunidad de adquirir una tarjeta, consideran que es un arma de doble filo. Además, pocos logran ser atraídos por las campañas de los bancos para que la obtengan.
Por eso, aunque las personas usen el efectivo, muestran afinidad con las tarjetas débito. Y del total de usuarios con tarjeta, solo el 40,3% aceptó realizar una sola transacción mensual. Esto tendría que ver con la percepción de tener una tarjeta crédito como salida de emergencia cuando no se cuente con efectivo.
Facilidades
Velocidad y facilidad son las dos características que diferencian al efectivo de las tarjetas. De acuerdo con el estudio, los colombianos consideran que el efectivo tiene un 94,8% de facilidad de acceso y un 96,7% facilidad de uso. Por su parte, las tarjetas crédito y débito manejan entre un 45,4% y 56,2% de facilidad de acceso y entre un 57,4% y 61% de facilidad de uso. Otros medios como las billeteras electrónicas y monederos electrónicos no superan el 12% en facilidad de acceso y uso.
Un dato revelador es la educación del propietario del negocio. Por ejemplo, el negocio, cuyo dueño cuenta con un diploma universitario, triplica las opciones de implementación de vías que permitan pagos electrónicos. Pero si el dueño cuenta con bajos niveles de educación, solo un tercio de posibilidades tienen los consumidores de realizar transacciones electrónicas para pagar los productos.
Si el bachillerato del propietario está incompleto, solo hay un 14,6% de aceptación. Si está completo aumenta al 16,6%. Pero si su carrera universitaria está sin terminar, la aceptación es de un 30,3% comparado con el 43,8% de aquel que sí tiene un diploma.
Pocos beneficios de las transacciones electrónicas
Los dueños de pequeños negocios, desconocen los beneficios de contar con instrumentos para pagos electrónicos. En un gran margen, solo conocen que deben padecer descuentos en sus ganancias por contar con un datáfono para recibir tarjetas.
Pero ellos no solo ven lo malo, porque piensan que ampliar los medios de pago ayudará a incrementar sus ventas. Además puede abrirle la puerta a brindar productos financieros como los préstamos. Allí ya cambia su perspectiva y perciben las cuentas bancarias como un método seguro para manejar el dinero.
Acceso al efectivo
Ya sabemos que el efectivo es el preferido de los colombianos. Por eso el estudio reveló cuáles son las vías más usadas para obtenerlo. Los retiros en cajeros electrónicos equivalen al 59% de esa población. Les sigue el 38% que reciben su salario en efectivo y los que acuden a familiares o amigos con un 23%. Y por último están los que acuden a una sucursal bancaria con 17% y avances de tarjeta con un 9%.
En conclusión, tal y como dice el documento, el problema no es la oferta de medios para pagos electrónicos. El problema, de acuerdo con lo explicado anteriormente, es el equilibrio entre el costo de implementar el servicio y los beneficios para el dueño del negocio. Además, factores como bajos costos en las compras, bajos márgenes de ganancia, falta de educación de los propietarios y la poca información sobre la operatividad de los medios de pagos electrónicos estarían reivindicando la tendencia al uso del efectivo.
Imagen: iStock.