Juanita Rodríguez, desde su rol como country manager de Bitso en Colombia, tiene una visión clara: usar la tecnología y las criptomonedas para impactar positivamente en las mujeres y en las comunidades más excluidas de la sociedad. Su mirada no se limita a dirigir una empresa de servicios financieros, sino a impulsar un cambio profundo. Para ella, las criptomonedas no son solo una inversión, sino una herramienta poderosa para empoderar a quienes más lo necesitan.
El camino de Juanita en la tecnología comenzó mucho antes de su llegada a Bitso. Su carrera en el sector público, trabajando en el Ministerio de Defensa y en el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), fue donde se encontró por primera vez con el potencial transformador de la tecnología. En su paso por estos roles, descubrió el poder de las tecnologías disruptivas, y fue en ese momento cuando el mundo de las criptomonedas captó su atención.
“La tecnología y el blockchain no son solo herramientas financieras, son motores de cambio que pueden transformar la vida de las mujeres, dándoles más oportunidades laborales y una mayor independencia”, dice con convicción.
Desde Bitso, Juanita ve un gran potencial para empoderar a sectores que tradicionalmente han sido marginados. Un claro ejemplo es el envío de remesas, donde gracias a la tecnología blockchain se puede transferir dinero de manera rápida y con menores comisiones, impactando directamente a familias que dependen de esos recursos. “La independencia financiera que pueden obtener las mujeres a través del uso de la tecnología es un cambio radical en sus vidas. El mundo cripto es una herramienta poderosa para lograrlo”, comenta.
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Bitso no es una compañía cualquiera, y Juanita lo sabe. Nacida en México y con más de 8 millones de usuarios en América Latina, Bitso tiene un propósito claro: ser cripto útil. Esto significa que no solo quieren que las personas inviertan en criptomonedas, sino que utilicen esta tecnología para mejorar sus vidas. Para Juanita, la clave está en acercar esta tecnología a quienes más la necesitan.
“Queremos que la gente vea en las criptomonedas una oportunidad para mejorar sus vidas, no una moda pasajera”, explica.
Uno de los pilares de su gestión en Bitso es la inclusión de las mujeres en la industria cripto y tecnológica. Actualmente, el 49% de la fuerza laboral mundial son mujeres, pero muchas de ellas siguen fuera de las grandes oportunidades que ofrece la tecnología. “Si no nos involucramos en temas de tecnología, no vamos a dar el salto necesario como sociedad, ni alcanzar la independencia que merecemos”, afirma con seguridad.
En Bitso, ya han comenzado a tomar medidas concretas para cambiar esta situación. Han abierto vacantes exclusivamente para mujeres en cargos directivos y han establecido un objetivo ambicioso: para el año 2025, la mitad de los puestos de liderazgo estarán ocupados por mujeres. “Estamos comprometidos con capacitar a más mujeres, para que entiendan el potencial del blockchain y cómo pueden beneficiarse de este mundo, no solo desde la inversión, sino desde la creación”, agrega Juanita.
Para ella, la inclusión de las mujeres no solo es una cuestión de equidad, sino una forma de asegurar que la industria evolucione de manera más completa y representativa. “Cuando más mujeres toman decisiones en la industria cripto, los productos y servicios comienzan a diseñarse también pensando en nosotras. Eso es clave para una verdadera inclusión”, explica. De hecho, en su propio equipo en Colombia, Bitso ha apostado por crear espacios que promuevan la participación femenina, desde la contratación hasta la creación de contenidos diseñados específicamente para mujeres.
Pero el impacto de las criptomonedas va más allá del ámbito financiero. Juanita tiene una visión clara de cómo esta tecnología puede transformar sectores más vulnerables y excluidos. Un ejemplo que menciona con frecuencia es el de los subsidios estatales. En muchas ocasiones, estos recursos no llegan a quienes más los necesitan, pero gracias a la trazabilidad que ofrece el blockchain, sería posible asegurar que los subsidios lleguen de manera directa y eficiente a las personas correctas. “Gracias al blockchain, podemos asegurarnos de que esos recursos lleguen a la persona adecuada, sin intermediarios y sin riesgos de corrupción”, explica.
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Además, Juanita también habla del potencial del blockchain para proyectos ambientales y comunitarios, como la tokenización de activos verdes. En estos casos, las empresas podrían invertir directamente en la protección de un manglar o un bosque, con la seguridad de que los recursos llegarán a las comunidades locales que los protegen. “El blockchain puede resolver problemas que otras tecnologías no han podido solucionar, y puede hacerlo de manera transparente y directa”, afirma.
A medida que el mundo cripto sigue creciendo, Juanita está convencida de que su impacto en América Latina será cada vez más fuerte. En 2024, la industria ha mostrado signos de recuperación después de algunos años difíciles, y ella ve en este momento una oportunidad única para que la región lidere el camino en la adopción de criptomonedas. En Colombia, Bitso ha crecido un 17% en el último año, y Juanita cree que el futuro es prometedor.
“Este es un gran momento para Latinoamérica y para las criptomonedas. Estamos viendo un interés creciente, y lo que queremos es que más personas se sumen a este mundo de manera segura y responsable”, dice.
Finalmente, Juanita sueña con un futuro donde la tecnología y las criptomonedas no solo beneficien a unos pocos, sino que estén al alcance de todos. Desde Bitso, está trabajando para que las mujeres y las comunidades más excluidas tengan acceso a estas herramientas, con el objetivo de transformar sus vidas y darles más oportunidades.
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“Mi sueño es que las mujeres vean en la tecnología una vía para empoderarse, para alcanzar mejores empleos y ser parte de una transformación digital que no solo las incluya, sino que las haga liderar”, concluye.
