Groupon es un nombre que para muchos es sinónimo con ganancias y ahorro, pero parece que para los ejecutivos de la empresa ese par de palabras no existen. El sitio de cupones más popular del mundo opera en más de 43 países –incluyendo a Colombia y la mayoría de la región– y tiene entre 80 y 115 millones de usuarios registrados a pesar de que nació hace apenas 3 años, pero ese éxito no se ha traducido hasta ahora en un negocio rentable. Desde que comenzó, Groupon ha estado luchando por obtener ganancias y el segundo trimestre de 2011 fue el más doloroso hasta el momento, con 107 millones de dólares (191 mil millones de pesos) en rojo.
Esa cifra representa un incremento de casi 300% año a año, pues durante el segundo trimestre de 2010 el sitio de cupones tuvo un déficit de 35,9 millones de dólares. Es un aumento importante en pérdidas, pero cuando se contrasta con lo disparados que están los ingresos parece diminuto. Mientras en 2010 el segundo trimestre generó 87,3 millones de dólares, en el mismo periodo en 2011 la cifra se ubicó en 878 millones, es decir que se incrementó casi 1.000%. El problema para Groupon es que a esos espectaculares ingresos hay que restarle unos costos aún mayores, lo que resulta en pérdidas.
Curiosamente, la razón detrás del enorme aumento en las pérdidas y los ingresos es la misma. Groupon se ha expandido globalmente de una manera muy agresiva, algo que le ha salido muy caro pero también le ha abierto nuevos mercados y con ellos nuevas fuentes de ingresos. El crecimiento en personal lo dice todo: el 30 de junio de 2009 Groupon tenía 37 empleados y exactamente dos años después registraba 9.625.
La pregunta entonces es cuándo va a llegar el momento en que Groupon va a dejar de gastar más de lo que genera, y ya hay quienes se atreven a predecir el futuro de la empresa. Mientras grandes inversionistas –incluyendo al famoso grupo Goldman Sachs– invirtieron 950 millones de dólares en el sitio de cupones, otros líderes de opinión han advertido que hay fallas en el modelo de negocios que apuntan a un colapso.
Todo esto se da en medio del proceso al que se sometió Groupon para poder vender sus acciones en la bolsa. Uno de los pasos para completarlo es que el ente regulador financiero de Estados Unidos, la Security and Exchange Commission (SEC), revise las finanzas de la empresa para asegurarse de que sea viable, y a Groupon le pudo ir mejor. La SEC decidió que los estudios financieros eran cuestionables y le pidió al sitio de cupones que eliminara una métrica que dejaba por fuera ciertos gastos.
Ahora se espera que en septiembre se conozca la decisión de la SEC sobre si Groupon va a la bolsa, pero incluso si la respuesta es afirmativa puede que esas pérdidas sean demasiado altas para que tenga un debut en los mercados como el que tuvo LinkedIn.