Columna de Juan Sebastián Rozo, ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Colombia ha sido testigo en los últimos ocho años de una verdadera revolución tecnológica que hoy nos posiciona como líderes regionales en la transición hacia la Economía Digital. Gracias a las políticas públicas implementadas por esta administración y a los esfuerzos conjuntos entre el gobierno, el sector privado y la academia, hoy nuestro aparato productivo cuenta con las condiciones para reinventarse digitalmente.
Nuestros logros como país son contundentes: según el Índice de Evolución Digital de Tufts University, somos uno de los 10 países del mundo que más se digitalizó entre el 2008 y el 2015. Igualmente, en el 2017 ocupamos el primer puesto por segundo año consecutivo en el Affordability Drivers Index de la Alianza por Internet Asequible (A4AI), el cual evalúa los avances en las condiciones de acceso asequible a Internet de Banda Ancha en 58 países en desarrollo.
Y, en este proceso, las empresas colombianas han entendido la necesidad de adoptar las tecnologías maduras –como Internet, las telecomunicaciones móviles y herramientas de informática– y de aprovecharlas productivamente. Las cifras del Observatorio de Economía Digital de MinTIC evidencian los avances que hemos tenido en el uso de TIC.
Efectivamente, entre el 2015 y el 2017 logramos duplicar el índice que mide la adopción de tecnologías maduras por parte de nuestros sectores productivos. El número de empresas que utiliza Internet pasó del 62 al 96 por ciento y el porcentaje de empresas que lo usa para ventas pasó del 9 al 38 por ciento.
Todavía queda mucho por hacer
Aunque estas son grandes noticias para Colombia, nuestras empresas aún tienen el gran reto de adaptar masivamente las tecnologías avanzadas como computación en la nube, Big Data, Internet de las Cosas, inteligencia artificial y blockchain para dar un salto en competitividad y reinventar sus modelos de negocio.
En este sentido, nuestras empresas tienen un gran camino que recorrer. Según cifras del Observatorio de Economía Digital, solo el 25 por ciento de las empresas colombianas ha adoptado herramientas de seguridad digital, apenas el 19 por ciento ha adoptado computación en la nube y el 9 por ciento Internet de
las Cosas; los porcentajes de adopción de Big Data, inteligencia artificial o blockchain no superan el 5 por ciento.
Es fundamental que nuestras empresas entiendan que la reinvención digital es un paso que, además de ser obligatorio, no da espera. Para esto, es indispensable que nuestros empresarios dejen atrás la falsa creencia según la cual si un negocio pertenece al mundo físico o a industrias tradicionales, no es susceptible de ser transformado y potenciado por la tecnología. La reinvención digital debe ser asumida por empresas de todos los tamaños y, transversalmente, por todos los sectores de la economía nacional.
En la Cuarta Revolución Industrial innovar ya no es suficiente: debemos afrontar este proceso de reinvención que será definitivo para el país. El crecimiento y la competitividad de las empresas y, por ende, del país, dependerá tanto de la formulación de políticas públicas que estén dirigidas a motivar y acelerar este proceso, como de la capacidad de los empresarios de asumir esta realidad, tomando desde ahora decisiones para reinventarse digitalmente.