El acuerdo de Google para comprar Fitbit, la marca de relojes y bandas inteligentes, ha estado en el limbo. Básicamente, porque la Unión Europea no ha dado permiso para que se haga efectiva, argumentando preocupación por los datos a los que accedería el gigante de Internet y la libre competencia de wearables en el continente.
Hoy, Google anunció que estaba dispuesto a comprometerse que la información adquirida a través de Fitbit no sería usada por la compañía para publicidad, por los primeros 10 años. De este modo, espera darle un empujón a la decisión que se ha retasado en múltiples ocasiones, informó el portal Business Insider.
Para ver otras noticias de Fitbit, visita este enlace.
De acuerdo con expertos en el tema, los entes reguladores estarían complacidos con las propuestas hechas por Google, por lo que se esperaría no tener más demoras en la autorización. Además, la compañía aseguró que otros fabricantes de relojes inteligentes podrán seguir usando su sistema operativo para wearables y desarrolladores podrán usar las APIs de Android para conectar a la plataforma de Google y crear aplicaciones, acceder a información de los usuarios –con su autorización– y ofrecer servicios para sus smartwatches.
Parte de esta alianza ya se ha empezado a ver en la nueva generación de relojes de Fitbit –Versa 3 y Sense–, que ahora cuentan con la posibilidad de escoger entre el asisten de voz de Google y Alexa, de Amazon.
La decisión final tendrá que darse a conocer después del 23 de diciembre. Por ahora, la competencia de Fitbit tendrá la silla en el estrado para darle a conocer a la Unión Europea sus preocupaciones sobre la adquisición que tuvo un costo de $2,1 mil millones de dólares.
Imagen: Fitbit