Después de 40 años sin construir una nueva planta, el CEO de Intel, Patrick Gelsinger, confirmó a la revista TIME que la compañía invertirá US$20 mil millones y empleará a, por lo menos, 7.000 personas para la construcción de dos plantas de fabricación que harán parte de una nueva mega fábrica en Ohio, Estados Unidos. La intención es hacerle frente a la escasez de semiconductores, dependiendo lo menos posible de Asia para la manufactura de los mismos.
La construcción de la planta de procesadores que promete convertirse en la más grande del mundo, comenzará este mismo año y espera finalizar en 2025: tiempo en el que Intel también encabezará proyectos de educación tecnológica (STEM) en colegios y universidades de todo el estado por US$100 millones.
¿Por qué Ohio?
Intel construirá su mega fábrica de silicio en Nueva Albania, específicamente; lugar que recibirá, por parte de la compañía, la mayor inversión por parte de una empresa privada en su historia. El sitio escogido respondió a que es la ciudad más próspera de Ohio, a su tradición como centro de fabricación y a las habilidades de los talentos locales que pueden servir para darle vida al proyecto que, según Gelsinger, tendrá el tamaño de una pequeña ciudad con servicios y proveedores de apoyo incluidos.
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La obra se financiará gracias a la venta de negocios “no esenciales” para Intel (dentro de la que destaca la venta de la unidad de memoria de la empresa a la compañía surcoreana SK Hynix). Sin embargo, se espera que el Congreso de EE.UU apruebe la Ley CHIPS, para que la organización pueda recibir hasta US$52.000 millones de dólares para la producción de semiconductores.
Esta ley tendría como objetivo aliviar los problemas en la cadena de suministro relacionados con la pandemia, impulsando el aumento de la producción nacional de procesadores.
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