Entre enero y agosto del 2020, los puestos de trabajo en Colombia se redujeron en 3,8 millones por cuenta de la pandemia del covid-19; y aunque los empleos se vienen recuperando a medida que se reactiva la economía, la tasa de desempleo en el país sigue rondando el 15 por ciento, según las cifras más recientes del Dane. El impacto ha sido más fuerte para la gente joven: entre las personas de hasta 28 años de edad, el desempleo es de 23,5 por ciento en el país; es decir, uno de cada cuatro jóvenes no tiene trabajo. Con esas cifras como contexto, llama mucho la atención este otro dato: según Fedesoft, en Colombia se necesitan 62 mil trabajadores en el área de tecnología para poder suplir la demanda de nuestra economía.
Es un contrasentido absurdo que tantas personas en Colombia estén sin empleo y que haya trabajos de sobra para los profesionales de tecnología, en especial para los programadores. Y curiosamente no es un fenómeno exclusivo de nuestro país. Incluso en Estados Unidos, un país con una amplia tradición tecnológica, hay un déficit grande de personas con habilidades para programar.
¿Por qué no hay más ingenieros de sistemas? Los altísimos costos de la educación universitaria, el temor a las matemáticas avanzadas y tener que esperar 4 o 5 años para poder buscar un empleo son algunas de las razones que se dan para este fenómeno. Por eso, diversas instituciones educativas, empresas de tecnología y gobiernos se están enfocando en enseñar a las personas solo a programar, sin tener que estudiar ingeniería de sistemas, con cursos cortos que en algunos casos son gratuitos.
El Ministerio de TIC, por ejemplo, lanzó un programa académico gratuito llamado Misión TIC 2022, que tiene la meta de formar a cien mil colombianos como programadores de aquí al año 2022 (www.misiontic2022.gov.co). A propósito, ese programa abrió estos días una nueva convocatoria.
La oferta de trabajos es amplia
Hace unos meses, en ENTER entrevistamos a Ana María Sosa, quien es desarrolladora Web UI en la empresa de tecnología Globant, y ella nos dijo: “Hay muchas opciones de trabajo para los programadores, y los que están empleados también reciben ofertas para mejorar sus sueldos o sus condiciones. En realidad, para las empresas el reto ahora es retener a sus programadores”.
Ana María Sosa calcula que, con mucha entrega, una persona que comienza a aprender programación desde cero podría estar consiguiendo su primer trabajo al cabo de 6 o 7 meses.
Por su parte, Edgar Ruiz, director de ingeniería de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, le dijo en una entrevista reciente a la revista Semana que la escasez de mano de obra especializada ha elevado los salarios en el sector; además, según él, no tienen un solo egresado de su universidad desocupado.
Ahora bien, ¿cómo sabe usted si tiene habilidades para programar, o si esa actividad le gusta? Ese es el objetivo del artículo central de la revista ENTER de diciembre, que ya está circulando para los suscriptores: despertarle la inquietud sobre ese tema, resaltar las oportunidades que hay y ofrecerle una lista de sitios web gratuitos en los que puede aprender a programar por su cuenta.
Si después de completar varios de esos cursos se siente cómodo, le coge amor a la programación y nota que tiene talento para ello, entonces podría pensar en recibir una educación más formal en escuelas como Holberton School.
En ese artículo, un completo informe de 11 páginas, le explicamos en qué consiste la programación, cuáles son los lenguajes más populares hoy en día, cuánto puede tomar aprender y cuáles podrían ser los lenguajes ideales para arrancar según su campo de interés. Además, y eso es lo más importante, le ofrecemos reseñas de varios sitios y cursos –casi todos en español– que le permitirán dar sus primeros pasos en el mundo de la programación.
Y a propósito de la revista ENTER…
Aprovecho para mencionar que muchas personas nos preguntaron durante mucho tiempo si podían volver a suscribirse a la revista ENTER y no les habíamos podido dar respuesta: ahora sí.
Yo sigo escribiendo la revista ENTER y esta sigue circulando (de hecho, no ha dejado de salir, pero solo les está llegando a los suscriptores). Sin embargo, la revista ya no circula en papel; ahora solo se distribuye en PDF para los suscriptores.
En su esencia, es la misma revista que tantas personas aprecian desde hace 24 años, con mejor contenido, con el mismo diseño, liderada por la misma persona, igual de coleccionable, con el mismo enfoque útil y educativo, con el lenguaje sencillo que siempre la ha caracterizado, con la sección de juegos escrita por Carlos Cuello que tantos gamers devoran, pero sin el papel… y gracias a ello con un precio más económico (mientras escribía esto acabo de caer en cuenta que vamos a cumplir un cuarto de siglo de vida en enero del 2021… esa tiene que ser una edición bien especial).
Imagen de la apertura: Freepik Premium
