La escasez de semiconductores y otros componentes tecnológicos como los chipsets está afectando todos los sectores, desde automóviles hasta celulares y dispositivos IoT. Pero lo más preocupante, es que expertos aseguran que esto podría durar hasta el 2023, afectando a las empresas, los empleos y el precio de sus productos.
Ahora, las empresas tienen una nueva razón para preocuparse, los semiconductores piratas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Florida, reportado por Tech Republic, los electrodomésticos, eléctricos, celulares y otros dispositivos piratas o copias de marcas conocidas que se venden en el mundo son producidos con el patrocinio de actores al margen de la ley. Ahora estas fábricas están produciendo componentes como semiconductores y chipsets y usando el Internet y la publicidad digital para encontrar a sus víctimas.
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Mientras que algunos venden chipsets desechables o que no funcionan correctamente, otros vendedores les exigen a los fabricantes el pago total y después desaparecen o simplemente no contestas cuando se hace el reclamo de que no ha llegado el material. Por supuesto, esto tiene consecuencias, además del aumento del precio de las materias primas para lograr fabricarlos, también está aumentando el precio de los métodos para verificar que un componente es legítimo.
Para las autoridades es complicado hacer seguimiento de las cadenas de suministros de estas empresas falsas porque las compañías que caen en la trampa, usualmente evitan hacerlo público. Su principal preocupación es perder clientes y la veracidad en sus productos por no verificar de manera adecuada sus componentes y su cadena de sumi15nistros.
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Empresas y Gobiernos han empezado a exigir a países como China, Taiwán y otros donde usualmente se producen este tipo de semiconductores y dispositivos mayor control en sus zonas francas. Además de mejores métodos para identificar a los actores y evitar más víctimas; no solo porque las empresas pueden perder cientos de miles de dólares, pero el riesgo es que los usuarios puedan verse afectados. Por ejemplo, si el componente de un carro falla al momento de frenar o sobrecalentamiento de dispositivos que pueden terminar en explosiones.
Probablemente, lo peor que las empresas tendrán que enfrentar estos años no será la escasez de semiconductores sino caer en la compra de componentes piratas.
Imagen: U.S. Department of Energy en Rawpixel.