Aunque no lo creas, existen diferentes modelos de negocio para comercializar tus productos por internet. No solo una tienda en línea propia te permite habilitar un canal de ventas digital. En esta nota te mostramos las opciones que tienes para llevar tu negocio al mundo digital, y te explicamos qué debes tener en cuenta a la hora de elegir cualquiera de estos modelos.
El marketplace
Una de las principales barreras a la que se enfrentan los dueños de los negocios cuando imaginan la posibilidad de vender por internet es la ausencia de recursos y la falta de conocimientos técnicos y logísticos, asociados a las ventas por internet.
Pero aun para estas personas existe un modelo que evitará que desistan de su deseo: El marketplace. Este consiste en una plataforma que gracias a un amplio catálogo de productos vende artículos diversos, y además se encarga de todo el proceso de compraventa. Por cada producto vendido, el marketplace se lleva una comisión pactada previamente con el vendedor, pero sólo si la venta se realiza adecuadamente.
Encargarse del proceso de compraventa implica que dicha plataforma asume los costos del sitio web a través del cual se exhiben los productos o servicios (hosting; administración y actualizaciones; publicidad), del almacenamiento de los productos (puesto que pactan con el vendedor horarios y fechas para recogerlos y llevarlos a sus propias bodegas), de la distribución o ‘el delivery’ cuando se efectúa la venta, y del servicio al cliente (en caso de que haya quejas o devoluciones). Así las cosas, representan un ahorro de costos para aquellos que aún no pueden lanzarse al ruedo de una tienda en línea propia.
Por otro lado, en materia de seguridad, vale la pena decir que un marketplace generalmente cuenta con sistemas antifraude y otros mecanismos que le brindan seguridad a los vendedores que han puesto en estos lugares sus productos. Algunos ejemplos conocidos de marketplace son Linio, MercadoLibre y Amazon.
El dropshipping
es un modelo del comercio electrónico que se caracteriza porque el minorista (el dueño de un negocio) actúa como un intermediario que no tiene los productos que va a vender en su poder. Su rol es el de pasar los pedidos a la empresa mayorista o dropshipper, que se encarga -no sólo del almacenamiento y del envío del producto al cliente final- sino también del soporte pos-venta en caso de que ocurra un incidente con la entrega.
Al simplificar de alguna manera esta cadena, una acción que puede mejorar la experiencia del cliente durante el proceso de compra, el vendedor de los productos solo tiene que conseguir los clientes, promocionar sus productos y gestionar la facturación. Y es el proveedor externo (dropshipper) quien se encarga de realizar las entregas al cliente final. En conclusión, y a manera de ejemplo, si vas a comercializar un producto de la marca ‘ABC’ que no fabricaste tu, simplemente te encargas de promocionarlo y ofrecerlo; pero cuando alguien se interese en el mismo, haces el pedido al mayorista de ‘ABC’ para que sea este quien se lo lleve al cliente.
Así las cosas, en este modelo te estás ahorrado los costos de stock (almacenamiento), manipulación del producto y delivery. Pero sí debes contar con una tienda en línea en la cual muestres tus artículos, y la cual debes publicitar.
Expertos en el tema recomiendan que, aunque el dropshipping es un método de venta en línea sin gran inversión, para tener éxito en este es necesario apostar por uno o varios proveedores de dropshipping que sean capaces de brindar el soporte necesario. Algunos ejemplos conocidos de dropshippers son World Wide Brands.
La tienda en línea propia
Pero si cuentas con los recursos suficientes para asumir todos los eslabones de la cadena (el sitio web, la publicidad, la comercialización, el almacenamiento, la manipulación del producto, el delivery o la entrega, y el servicio al cliente) lo mejor es que crees una tienda en línea propia.
Para que sea lo suficientemente visitada, no olvides optar por un sitio web con un dominio que sea indexado con facilidad por los motores de búsqueda; y luego encárgate de promocionarla en diferentes canales digitales, como las redes sociales.
Si quieres saber por qué un dominio .CO es una excelente opción para tu empresa en línea en Colombia lee esta nota.
Además, ten en cuenta otros factores indispensables a la hora de vender por internet y crear una relación de confianza con los usuarios como la seguridad y el servicio al cliente. A nivel de seguridad, deberás elegir una pasarela de pagos que se ajuste a tus necesidades e incluirla en tu sitio. También deberás garantizar que el sitio web en el cual está tu tienda en línea sea seguro. Para esto, cerciórate de que cuentas con el protocolo HTTPS, sellos de confianza como Verising, entre otros parámetros.
A nivel de servicio al cliente, crea una sección de ‘Contáctenos’ con líneas telefónicas y correos electrónicos en los que sí puedes responder las solicitudes de los clientes. Y ante todo, actualiza precios y disponibilidad de productos en tu sitio manera constante, para que no ofrezcas artículos que ya no tienes en tu poder. Con esto evitarás futuros reclamos y devoluciones.
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