La capital Colombiana se ha robado las miradas de varias empresas y multinacionales como un destino emergente para desarrollar data centers en América Latina. Aunque no lo creas, la bipolar Bogotá es ahora un destino atractivo para almacenar los datos más importantes, con todo y sus cambios de clima, te contamos porqué.
Clima fresco, ahorros grandes
Uno de los principales atractivos de Bogotá es su clima fresco, algo que se mantiene durante todo el año. Esto no solo hace que sea una ciudad agradable para vivir, sino que también reduce significativamente los costos de enfriamiento, uno de los mayores gastos operativos para los centros de datos. En territorios como Europa, donde los días llegan a alcanzar altas temperaturas, los gastos son más altas, por cuestiones de luz y consumo. Ahora, empresas de todo el mundo están tomando nota de este detalle, sumándolo a la ecuación de ahorro que Bogotá por sí misma ofrece.
Te puede interesar: Visitamos un data center, un viaje al corazón de la información digital ¿Cómo funcionan?
Ventajas fiscales que marcan la diferencia
Establecer operaciones en Bogotá viene acompañado de incentivos fiscales gracias a las zonas francas especializadas. Estas áreas ofrecen beneficios como reducción de impuestos sobre la renta, exenciones aduaneras y una estructura que facilita la inversión extranjera. Estas ventajas convierten a la ciudad en un destino competitivo para empresas que buscan ahorrar más dinero sin comprometer calidad ni alcance.
Ubicación estratégica y conectividad robusta
Colombia es conocida como la puerta de entrada a América Latina, y Bogotá, su centro neurálgico, no es la excepción. La ciudad cuenta con una conectividad robusta, gracias a una infraestructura de telecomunicaciones en constante desarrollo. Esto la convierte en un punto clave para empresas que buscan expandirse en mercados emergentes con alta demanda de servicios digitales como la nube y la inteligencia artificial.
Proyectos que miran hacia el futuro
El desarrollo de una zona franca especializada en centros de datos hiperescala con una capacidad proyectada de 300 MW para 2028 refuerza la ambición de Bogotá de consolidarse como un hub digital. Este megaproyecto responde a la creciente necesidad de infraestructura digital en América Latina, generando empleos, atrayendo inversión extranjera y fomentando la innovación en la región.
¿Qué significa esto para la industria?
La creciente digitalización, impulsada por servicios de nube, inteligencia artificial y conectividad masiva, está demandando más data centers que puedan garantizar servicios confiables y sostenibles. Bogotá parece haber encontrado el equilibrio perfecto entre costo, sostenibilidad y conectividad para convertirse en un destino clave en este escenario.Imagen: Christina Morillo