Durante los últimos años se ha presentado una nueva tendencia llamada “Job Hopper” o “Job hopping”, que está relacionada con el cambio de empleo constante de las personas en las empresas. Según estudios de expertos en recursos humanos, un profesional cambia de empleo cuatro o tres veces en los últimos cinco años de experiencia.
Algunas razones por las que se está presentando este fenómeno son las motivaciones de los empleados frente a sus aspiraciones profesionales. Sin embargo, esto ha puesto en jaque a las compañías, porque consideran que no solo pierden tiempo, sino dinero.
Paralelo a la salida y entrada de profesionales de las empresas, las oficinas de RRHH afirman que se deben tener estrategias o iniciativas al momento de realizar un correcto proceso de contratación.
Algunas de ellas, por ejemplo, son mejorar el calibre de la contratación (52 %), mejorar la tasa de retención (24 %), mejorar el tiempo de contratación (23 %), desarrollar el grupo de talentos (22 %) y la diversidad en la contratación (22 %).
El objetivo es mejorar el proceso de reclutamiento y tener la certeza de que los profesionales que se presentan a las vacantes, realmente estén buscando una estabilidad y no una migración constante de empresas.
Así mismo, es importante tener en cuenta que en estos procesos, los aspirantes no solo buscan buenos empleos, también están a la espera de buenas condiciones laborales. Es decir, seguro de salud, vacaciones, incentivos por buenos resultados, flexibilidad en el horario , ventajas del lugar donde van a realizar sus tareas a diario, entre otras.
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Una vez las organizaciones o empresas, realicen estos procesos, sería ideal que aplicaran un método paralelo llamado onboarding. Este consiste en mantener y permear en sus nuevos colaboradores la identidad corporativa y la importancia de trabajar con ellos, su diferencial y el por qué son indispensables para la compañía.
Este proceso se centra principalmente en reforzar su desarrollo en el área de trabajo más allá de los primeros 90 días, e incluso del primer año después de su contratación.
¿Cómo se logra?
Para lograr que los nuevos empleados tengan la visión, misión y cultura organizacional de la empresa, se recomienda aplicar diferentes estrategias las cuales van a fortalecer el proceso de adaptación de los nuevos profesionales, así como mantener y mejorar la responsabilidad de las funciones que asumen al momento de ingresar y hacerlos sentirse a gusto con el lugar y el equipo con el cual van a trabajar.
Los expertos también recomiendan, que al cumplir seis meses es importante hacer una evaluación al profesional. Esto ayudará al empleador y al empleado a evaluar el cumplimiento de los objetivos logrados, así como los no logrados, escuchar al trabajador y buscar en conjunto las soluciones que permitan el mejoramiento de los procesos.
Existen algunas herramientas que permiten realizar un buen proceso de onboarding y ongoing, disminuyendo la rotación de personal en las empresas, y dando a los profesionales una visión del lugar donde están. Por ejemplo, Buk es un ‘Software Integral de Gestión de Personas’ que te permitiría atender todas las necesidades de tus colaboradores en una sola plataforma. Desde el pago de sus remuneraciones hasta su desarrollo profesional.
Imagen: Pichsakul Promrungsee