Según The New York Times y un reporte de Associated Press, unos hackers lograron infiltrar la Oficina de administración de personal, que vendría siendo como el departamento de recursos humanos del gobierno estadounidense. En total, los piratas lograron quedarse con la información personal de unas cuatro millones de personas, en lo que sería el robo de data más grande en la historia del gigante del norte.
The Wall Street Journal asegura que el FBI ya inició una investigación para dar con los responsables del ataque. Aunque todo parece indicar que los piratas informáticos provienen de China, la investigación todavía no ha confirmado la nacionalidad o identidad de los culpables.
Un vocero del FBI dijo que “seguirán investigando y enfrentaremos a aquellos que puedan ser un riesgo en el espacio digital”.
Todavía no se conoce exactamente qué datos cayeron en manos de los piratas informáticos, pero la Oficina maneja los archivos personales de todas las agencias federales y se encarga de las verificaciones de seguridad de los nuevos empleados. El Journal agrega que la información robada, que puede incluir el número de seguridad social y otra información privada, puede ser usada para robos de identidad.
La agencia federal publicó un comunicado en su página web advirtiendo a los afectados sobre el ataque informático. Entre las medidas adoptadas, la agencia ofreció un seguro en contra del robo de identidad por más de un millón de dólares a los posibles afectados.
“Proteger la información de nuestros empleados federales frente a los incidentes cibernéticos es una de las prioridades de la Oficina”, dijo la directora, Katherine Archuleta. “Nosotros nos tomamos muy en serio la responsabilidad de asegurar la información almacenada en nuestros sistemas, y en coordinación con agencias asociadas, tenemos un equipo experimentado que constantemente está identificando las oportunidades para mejorar la protección de la información”, agregó.
El ataque inicialmente se detectó en abril, pero parece que a finales del año pasado se logró la intrusión del sistema. El Departamento de Seguridad Nacional detectó la brecha usando un sistema llamado Einstein, el cual “detecta y trata de prevenir el tráfico de internet de las agencias federales para identificar posibles amenazas digitales”.
Es la tercera vez que Estados Unidos sufre un ataque informático en los más recientes 12 meses. El año pasado, la Casa Blanca y el Departamento de Estado encontraron que sus sistemas de correo electrónico habían sido comprometidos, algo que inicialmente se atribuyó a hackers rusos. Algunos correos del presidente Obama cayeron en manos de los piratas.
Por su parte, el gobierno chino mostró un disgusto ante las acusaciones y lanzó una advertencia a Estados Unidos. “Los ataques cibernéticos son anónimos, cruzan fronteras y son difíciles de rastrear. Seguir usando palabras como ‘de pronto’ o ‘quizás’ [en alusión a la procedencia del ataque] sin tener un profundo estudio es irresponsable”, dijo Hong Lei, un vocero del Ministerio de Exterior. “Esperamos que el lado de EE. UU. descarte estas sospechas”, agregó.
El diario financiero asegura que China también se ha quejado de ser víctima de espionaje digital y de ataques cibernéticos. La relación entre las dos superpotencias ha sido complicada. Estados Unidos ha acusado varias veces a China ataques cibernéticos, hechos que siempre ha negado el gobierno oriental.
Este ataque se suma a la noticia sobre el robo de información que sufrió el IRS en la semana pasada. Durante ese robo, cayeron en manos de criminales más de 100.000 declaraciones.
Imagen: ENTER.CO.