*Por: Juan Felipe Urrea Castellanos y Nicolás Yepes Gutermilch de Viguías Centro de Internet Seguro de Red PaPaz
El tránsito de la presencialidad a la virtualidad ha supuesto un cambio de paradigma para todos los colombianos. Según Data Reportal, en 2020 el tiempo diario promedio a nivel mundial de uso de Internet se ubicó en 6 horas y 43 minutos, mientras que los colombianos navegamos aproximadamente durante 9 horas y 10 minutos al día. Esta comparación demuestra no solo lo conectados que estamos, sino también muchas veces el riesgo que podemos correr en línea.
Uno de estos riesgos, en el caso de los menores de edad, es la autogeneración de contenidos sexuales. Las fotos o videos creados por las personas menores de 18 años en las que se exponen de manera sexualizada, desnudos o semidesnudos son motivo de una investigación realizada por Viguías, el Centro de Internet Seguro de Red PaPaz.
Para comenzar, el término “autogenerado” no debe entenderse como una imputación de responsabilidad a la niña, niño o adolescente creador del contenido. Por el contrario, la coerción o manipulación por parte de un tercero, puede ser un adulto, tienen mucho que ver con la autogeneración de contenido sexual, especialmente cuando se trata de niñas y niños de menores edades.
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Según la Internet Watch Foundation, de los 153.350 reportes procesados de material de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en el 2020, un total de 68.000 son contenidos sexuales autogenerados. Esto representa un incremento del 77 % con respecto a los reportes del 2019. La línea de reporte Te Protejo, en lo corrido del 2021 (con corte en agosto), ha recibido 14.938 reportes de material de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (MESNNA), de los cuales el 51,4 % son contenidos sexuales autogenerados. La población más vulnerable frente a este fenómeno son las niñas entre los 4 y los 13 años, con más del 80 % de los casos.
Del sexting al grooming, más que contenidos autogenerados
La investigación identificó cinco principales orígenes de esta práctica:
- Sexting: crear y enviar fotos o videos íntimos de manera consensuada. Es una práctica muy común entre adolescentes y jóvenes, una forma de coqueteo, los hace sentirse parte de una relación romántica. El sexting les permite experimentar nuevas sensaciones o, en ocasiones, lo hacen por ceder a la presión social.
- Difusión no consentida de contenidos íntimos: compartir públicamente sin autorización imágenes sexualizadas que fueron inicialmente producidas e intercambiadas entre dos adolescentes o jóvenes.
- Búsqueda de aceptación social: llevar a cabo actividades de carácter sexual en plataformas de videochat a cambio de “me gusta” (likes) y otras recompensas.
- Grooming: ganarse la confianza de personas menores de edad para que creen y compartan material sexual/sexualizado de sí mismos. Usualmente, los agresores se aprovechan de niñas, niños y adolescentes vulnerables, en general aquellos con madres o padres o cuidadores con bajo nivel educativo.
- Sextorsión: amenazar con difundir estos contenidos para obligarlos a compartir más materiales de sí mismos.
¿Cómo se usan estás imágenes?
En las plataformas de la web oscura en las cuales se divulga material de explotación sexual de menores de 18 años, existen foros en los que sus usuarios discuten sobre estrategias para conseguir contenidos sexuales autogenerados. Esta investigación deja claro que los agresores desarrollan formas sofisticadas de engañar a niñas, niños y adolescentes para obtener este contenido; por ejemplo, el sexting. Una de sus estrategias predilectas es el uso de perfiles falsos en redes sociales, creados con el fin de contactarse con menores de edad y ganarse su confianza, para luego tener conversaciones sobre fantasías y experiencias sexuales o para enviarles pornografía. Con ello, los “preparan” para pedirles fotos y videos íntimos. Una vez la niña o el niño se lo envían, son amenazados con su difusión si no les comparten más.
Adicionalmente, esta investigación nos ha alertado sobre una estrategia novedosa y muy peligrosa: el “Capping”. Esta consiste en convencer a menores de 18 años de llevar a cabo actividades sexuales en plataformas de videochat mientras son grabados, posiblemente sin que ellos lo sepan, para luego difundir estas grabaciones. Los “cappers” son personas muy afamadas en los foros de la web oscura, pues constantemente están proveyendo a su comunidad de nuevo contenido.
¿Qué podemos hacer?
Por lo tanto, los contenidos sexuales autogenerados son un fenómeno complejo, dados sus múltiples orígenes y las diferentes estrategias de los agresores para obtenerlos, desde sexting hasta videos compartidos de manera “voluntaria”. Adicionalmente, es inquietante el rol activo de niñas, niños y adolescentes en esta práctica. Ello hace que sea más urgente que nunca adoptar acciones de prevención, manejo y mitigación de riesgos.
Una de estas acciones es la necesidad de que niñas, niños y adolescentes eliminen cualquier contenido íntimo de otras personas menores de edad de sus dispositivos. Así sea la foto que uno de ellos le envíe a su pareja consensuadamente, mientras experimentaban sexting. Lo mejor es borrarla, para evitar la posibilidad que alguien más acceda a esta imagen. Adicionalmente, tener y compartir este tipo de contenidos es ilegal en Colombia y en muchas partes del mundo y contribuye a su viralización en la web. Asimismo, debe ser muy clara la obligación de reportar la URL a las autoridades; en Colombia y México se puede hacer a través de la app y la página de Te Protejo.
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Así mismo, dado que las familias con menor nivel educativo requieren de un apoyo extra, pues la vulnerabilidad de sus hijas e hijos es mayor, debemos responder integralmente y desde el principio de corresponsabilidad, involucrando a industria, gobierno, medios de comunicación, colegios y a todas las familias.
La protección de los menores de edad es responsabilidad de todos. Internet es un entorno de aprendizaje, interacción y entretenimiento en el que niñas, niños y adolescentes pueden desarrollar sus potencialidades y acceder a oportunidades. Pero no podemos olvidar algo: hay riesgos frente a los que, muchas veces, no pueden responder por su cuenta. ¿Qué haría si ve una niña pequeña en la calle sin supervisión? Seguramente querría cerciorarse de que esté segura con alguien que efectivamente pueda cuidarla, ¿cierto? Con Internet ocurre lo mismo: es responsabilidad de todas y todos buscar que todas las niñas, niños y adolescentes estén seguros. Desde Viguías y Red PaPaz esperamos que esta investigación contribuya en la búsqueda de acciones y soluciones.
Imagen: Vía Freepik.