Polémica con FaceApp, que le muestra cómo lucirá cuando sea viejo

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FaceApp es una aplicación que posiblemente en este momento está en el teléfono de muchos de nosotros. Esto es debido a que durante el fin de semana pasado se viralizó. Así que a nadie le debe parecer ajena. Sin embargo, para quién no sabe qué es, les contamos: básicamente, nos permite ver cómo nos veremos en 40 o 50 años en el futuro. Algunos aprovecharon, incluso, para comprobar sus genes y compararse con sus padres. Sin embargo, desde sus inicios la aplicación tiene una política de privacidad estándar que ofrece poca protección a los datos de sus usuarios. 

De acuerdo con la descripción de la aplicación, esta usa inteligencia artificial para crear transformaciones de nuestras selfies. Además de envejecer, también aplica filtros de rejuvenecimiento, barbas, color de cabello y cambio de sexo.

La aplicación fue creada por Wireless Lab, una empresa rusa, dirigida por Yaroslav Goncharov, según explica TechCrunch. FaceApp no es nueva. De hecho, existe desde el 2017 y es, precisamente desde ese año, que la plataforma no actualiza sus políticas de privacidad.

Como muchas de las aplicaciones que son gratuitas, FaceApp usa publicidad para obtener ganancias. Por lo tanto, aclara en sus políticas que recolecta información como fotos y videos que el usuario hace con la aplicación, al igual que el comportamiento, para proveer contenidos personalizado y publicidad.

FaceApp

Por su parte, el portal abc de Australia aseguró, cuando salió la aplicación, que la política era ambigua: “Es una política estándar pero que no protege en absoluto”, le dijo en su momento un especialista en privacidad y tecnología al medio.

Uno de los mayores problemas de la aplicación es que sus desarrolladores prometen no compartir información con terceros a menos que sean aliados y proveedores de servicio, quienes pueden acceder a información como la ubicación y el tipo de dispositivo desde el que se usa FaceApp.

El portal Hipertextual resalta la importancia de dónde se guardan estos datos y lo que se puede hacer con ellos, además de la información extra que damos de manera voluntaria, como nuestro nombre o enlaces a nuestras redes sociales.

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Actualmente, la información se guarda en Estados Unidos. Esto quiere decir que nuestros datos, incluidas las fotografías con nuestros rostros, están protegidas por las leyes de ese país, pero, si la plataforma se compra o Wireless Lab decide cambiar a Rusia, allí las leyes de privacidad son más laxas. Esto significa que nuestros rostros podrían hacer parte de una base de datos que después puede ser usada para reconocimiento facial, sin que nosotros sepamos.

Con los cambios en la tecnología, expertos en seguridad informática aseguran que ahora es más importante que nunca saber qué servicio está guardando nuestros datos (especialmente nuestro rostro), debido al creciente uso de sistemas biométricos, como el reconocimiento facial, como medidas de seguridad. Además, aseguran que las imágenes de nuestra cara deberían empezarse a proteger tanto como otros datos sensibles, como nuestro nombre o nuestros documentos de identidad.

Imagen: Archivo ENTER.CO.

Diana Arias

Diana Arias

Soy comunicadora social de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en Producción multimedia y Periodismo, y Lingüista de la Universidad Nacional. Actualmente, estoy haciendo la especialización en economía de la Javeriana.

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