El deepfake sigue en aumento.
El deepfake es una practica utilizada por delincuentes cibernéticos, quienes utilizan fotos de personas reales para hacer montajes. Principalmente, este tipo de montajes están relacionados con contenido pornográfico y sexual con diferentes fines. Ahora, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) alertó sobre el aumento de este contenido.
Gracias al gran crecimiento que ha tenido la inteligencia artificial (IA) en los últimos meses, los delincuentes cibernéticos han logrado generar más videos falsos y con mayor facilidad. Dichos videos son utilizados en esquemas de ‘sextorsión’ o extorsión sexual, con el fin de acosar a menores y adultos con el contenido. Los delincuentes piden altas sumas de dinero a cambio del rescate del material en el que las victimas son protagonistas.
Tal y como lo explica el FBI, los delincuentes estarían aprovechándose del contenido que cuelgan los usuarios en redes sociales e internet. Posteriormente, cuando los malhechores tienen las imágenes con la cara o cuerpo de sus víctimas, recurren a la inteligencia artificial con la que logran realizar videos e imágenes sexuales. Entonces, las victimas aparecen en el contenido pornográfico como si fueran ellos los protagonistas de las escenas.
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En algunos casos, el material en posesión de los estafadores es real, el cual consiguen mediante algún conocido de la víctima, quien entrega el contenido a cambio de dinero. Por otro lado, los delincuentes pueden obtener el material al hackear la cuenta de la víctima. En todo caso, con el contenido sexual en sus manos realizado mediante deepfake o contenido real, sobornan a las personas: entregan el material a cambio de dinero. En caso de que las víctimas no quieran entregar el dinero que los estafadores exigen, los timadores proceden a subir las imágenes a internet.
“El FBI continúa recibiendo informes de víctimas, incluidos menores y adultos que no lo consintieron, cuyas fotos o videos fueron alterados en contenido explícito”, escribieron los agentes. “Después, se difunden públicamente los materiales en las redes sociales o sitios web pornográficos con el propósito de acosar a las víctimas o como parte de esquemas de extorsión sexual”.
“Aunque aparentemente inofensivas cuando se publican o comparten las imágenes y los videos pueden proporcionar a los actores maliciosos una abundante fuente de contenidos para explotar con fines delictivos”, según declararon las autoridades. “Los avances en la tecnología de creación de contenidos y las imágenes personales accesibles online ofrecen nuevas oportunidades a los agresores para encontrar y atacar a las víctimas. Esto les hace vulnerables a la vergüenza, el acoso, la extorsión, la pérdida financiera o la revictimización continua a largo plazo”.
Imagen: imustbedead vía Pixabay