La semana pasada, The New York Times publicó un reporte explicando que los ingenieros de Apple preferirían renunciar a construir el software que está pidiendo el FBI para el caso del iPhone de San Bernardino.El medio entrevistó a ingenieros de Apple que actualmente están involucrados en el desarrollo de dispositivos móviles y seguridad, y también a otros ingenieros y ejecutivos de seguridad que pasaron por Apple.
Los ingenieros afirmaron que se opondrán a llevar a cabo el trabajo, y otros hasta renunciarían a sus trabajos, los cuales son muy bien remunerados. Los empleados no quieren vulnerar la seguridad del software que ya crearon, y se mantienen firmes en su convicción de proteger el sistema de cifrado de datos que ellos mismos han creado.
Este rechazo reafirma los argumentos que Apple ha establecido en los documentos legales que presentó a la corte frente a este caso. La compañía cree que la petición del gobierno altera la libertad de expresión.
En el más reciente documento que presentó Apple a la Corte del Distrito Central de California, se dijo que lo que pide el FBI resulta ofensivo para la compañía y va contra sus principios fundamentales, además, se cree que representa una amenaza para la autonomía de Apple y sus ingenieros.
Según el reporte del Times, las preocupaciones de los empleados también son el resultado de la cultura anti opresión de hace varias décadas cuando Steve Jobs y Steve Wozniak fundaron Apple.
Jean-Louis Gassée, un ex ingeniero gerente de Apple, dijo que la cultura de Apple es “independiente y rebelde”, y considera que si el gobierno trata de obligar a sus empleados a que den testimonios o hagan ciertas cosas, no tendrá éxito.
En una carta a sus clientes, el CEO de Apple, Tim Cook dijo que “a los mismos ingenieros que construyeron un cifrado fuerte dentro del iPhone para proteger a nuestros usuarios, se les estaría, irónicamente, ordenando que debiliten estas protecciones, y con eso se estaría haciendo a los usuarios menos seguros”.
Para el reporte del Times, Apple prefirió no hablar.
Llama la atención que los ingenieros de Apple preferirían perder sus trabajos, los cuales no solo les dan estatus y reconocimiento a nivel laboral, sino que les representa un cheque con altas sumas.
Otro de los entrevistados, Window Snyder, opinó que el FBI le está pidiendo a los empleados de Apple que trabajen en algo que está fuera de sus valores personales, y que por eso es imposible que accedan. Snyder fue gerente la división de seguridad y privacidad de Apple.
Apple dijo en otro de sus documentos del proceso legal, que si aceptaba la petición del FBI, se necesitan de seis a 10 ingenieros, que se tardarían un mes para cumplir con el trabajo.
Sin embargo, como la compañía está subdividida, crear el software sería un desafío porque los ingenieros tendrían que desorganizar sus rutinas de trabajos y descompletar los equipos de sus correspondientes divisiones.
Además, según los entrevistados, cuando la compañía está cerca de lanzar un producto, los miembros más relevantes de los diferentes equipos se unen en un grupo aparte para aplicar los últimos toques técnicos al producto, como arreglar ‘bugs’, auditorías de seguridad, y perfeccionamiento de la apariencia.
Este mismo esquema se tendría que llevar a cabo para desarrollar el software que quiere el FBI. Sólo que para eso Apple tendría que contratar incluso a personas que ya no trabajan en la compañía: ingenieros que han aportado a la construcción del sistema de seguridad en la última década. Este equipo no existe, y Apple no pretende buscarlo hasta que no esté seguro de agotar sus opciones legales.
Imagen: ymgerman (vía Shutterstock).
