Durante el fin de semana Barack Obama estuvo moviendo sus fuchas con respecto a la controversia de la NSA y su espionaje. Después de reunirse con varias grandes cabezas de las empresas de tecnología más importantes y líderes políticos de su país, el Presidente le propuso al Congreso que la NSA deje de recolectar grandes volúmenes de información de teléfonos móviles, y solo pueda acceder a esos datos solo cuando el gobierno lo necesite.
Si el Legislativo aprueba la propuesta, explica Reuters, la agencia de seguridad dejaría de recolectar los metadatos de las llamadas telefónicas, es decir su duración y localización. Esta práctica es una de las que más controversia ha despertado entre todas las revelaciones que ha hecho Edward Snowden desde el año pasado.
Con esta nueva norma, los registros de las llamadas estarían en manos de las respectivas empresas. La agencia, en lugar de recolectar todos los volúmenes de información por sus propios medios, necesitaría un permiso de la Corte de Inteligencia Extranjera (o FISA), que revisaría el caso y otorgaría o no la autorización de actuar.
Si la corte da luz verde, el operador estaría en la obligación de cooperar con la entrega de los datos y avisos de comportamientos irregulares. Según el New York Times, el proceso solo podría darse en caso de demostrar que ese celular puede estar relacionado con algún ataque terrorista.
El presidente Obama ya había manifestado en enero sus planes de acabar con la recolección masiva de datos de llamadas telefónicas, pero sin poner en riesgo la seguridad de su país.
Imagen: Mark Taylor (vía Flickr)
Mas procesos para una investigación?… los operadores no serán tan eficaces como una entidad dedicada al tema… no veo el propósito…
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